Julian Assange, el controvertido fundador de Wikileaks, rompió su silencio este martes durante un discurso ante el Consejo de Europa, en el que reafirmó su defensa de la filtración de miles de documentos secretos de Estados Unidos. Para Assange, su único delito es "hacer periodismo".
El australiano viajó desde su país natal hasta Estrasburgo para presentar su discurso simbólico, recordando los años de encierro en una cárcel de máxima seguridad en Londres, seguidos por su tiempo como refugiado en la Embajada de Ecuador en la capital británica.
A pesar de reconocer que el aislamiento le pasó factura, Assange busca ahora reconstruir su vida tras un acuerdo con las autoridades estadounidenses, en el cual se declaró culpable de violar la Ley de Espionaje a cambio de su liberación.
Acompañado de su esposa y el director de Wikileaks, Assange defendió ante la comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa que su liberación es prueba de que "el sistema ha funcionado". Insistió en que su único cometido era hacer periodismo y buscar información de fuentes legítimas.
El activista espera que su testimonio pueda ayudar a visibilizar la vulnerabilidad de la libertad de prensa y exponer casos de represalias legales como la que él sufrió por revelar verdades incómodas sobre abusos en Afganistán e Irak.
Assange alertó sobre la delicada situación de la libertad de expresión a nivel global, con leyes que criminalizan la labor periodística de investigación. Para él, los periodistas no deberían ser perseguidos por simplemente hacer su trabajo.
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