En un trágico suceso que subraya la devastadora situación en la Franja de Gaza, al menos 50 personas han perdido la vida, incluidos cinco valientes trabajadores sanitarios, a consecuencia de los ataques lanzados por el Ejército israelí contra un edificio cercano al Hospital Kamal Aduan, ubicado en la localidad de Beit Lahia, al norte de la región. Esta alarmante cifra ha sido denunciada por las autoridades gazatíes, que están bajo el control del Movimiento de Resistencia Islámica, conocido como Hamás.

El Ministerio de Salud ha señalado que entre los fallecidos se encuentra un pediatra, Ahmed Samur, y un técnico de laboratorio, Israa abu Zaida, quienes murieron mientras intentaban regresar a sus hogares. Asimismo, otro técnico, Fares al Hudali, perdió la vida mientras intentaba asistir a los heridos durante el ataque, evidenciando el sacrificio del personal médico en circunstancias extremas.

La brutalidad de los ataques también ha cobrado la vida de dos paramédicos, Abdul Mayid abu al Aish y Maher al Ajrami. En un desgarrador comunicado, la cartera ministerial indicó que “sus cuerpos aún se encuentran en la calle”, una imagen que refleja el caos y la desolación que predomina en el área, donde se han vulnerado sistemáticamente los derechos humanos y la dignidad del pueblo palestino.

En medio de este baño de sangre, el Ministerio de Salud ha instado a la comunidad internacional a intervenir “urgentemente” para salvaguardar a los civiles y a los trabajadores del sector sanitario, quienes se encuentran en la primera línea de un conflicto que parece no tener fin, y que ha llevado a una crisis humanitaria sin precedentes en la región.

Además, unas horas antes de este trágico incidente, el Ministerio había denunciado que un médico del mismo hospital resultó herido tras un ataque en el que el Ejército israelí “hizo estallar un robot” en las inmediaciones del centro médico, lo que subraya que los hospitales y el sistema de salud siguen siendo blanco de agresiones sistemáticas.

Las autoridades gazatíes han afirmado que “la ocupación israelí utiliza robots explosivos para atacar a civiles e instalaciones críticas”, una acción que califican como “crímenes de guerra” y “violaciones flagrantes del Derecho Internacional”, denotando la gravedad de la situación y el desprecio por la vida humana que han mostrado las fuerzas ocupantes.

En los últimos días, el Hospital Kamal Aduan ha sido objeto de múltiples ataques y se ha reportado la emisión de órdenes para evacuar tanto al personal como a los pacientes, lo que añade una capa más de desesperación a un sistema de salud que ya ha quedado gravemente dañado por la ofensiva militar de Israel, en un contexto de alerta internacional por las consecuencias de esta crisis humanitaria ya agudizada.

La actual ofensiva del Ejército de Israel contra la Franja de Gaza se desató tras los ataques llevados a cabo el 7 de octubre de 2023 por Hamás y otras facciones palestinas, que, según los datos proporcionados por el Gobierno israelí, causaron aproximadamente 1.200 muertes y cerca de 250 secuestros.

Hasta la fecha, se estima que cerca de 45.400 palestinos han perdido la vida en el conflicto, mientras que alrededor de 810 han muerto a manos de las fuerzas israelíes y en ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este, lo que evidencia la escalofriante magnitud de la violencia y sufrimiento en la región a lo largo de estos meses.