Este martes, el Bayern Múnich se ha coronado triunfador en uno de los enfrentamientos más esperados de la cuarta jornada de la Liga de Campeones, superando al vigente campeón, el París Saint-Germain, con un marcador de 1-2. Junto a ellos, el Arsenal FC se destacó al obtener una contundente victoria de 0-3 sobre el Slavia Praga, posicionándose ambos clubes con un récord perfecto en la fase de grupos.
El césped del Parque de los Príncipes fue testigo de esta batalla de titanes, enfrentamiento que no decepcionó las expectativas. El Bayern, que tomó la iniciativa desde el primer momento, logró varios goles en la primera parte, aunque tuvo que defender el resultado con diez hombres después de un imprevisto que alteró el ritmo del juego antes del descanso.
Con una audacia digna de admiración, el equipo germano presionó al PSG, que no se mostró tan eficiente como de costumbre en su salida de balón. Luis Díaz brilló en este primer tiempo, asumiendo el rol de protagonista al marcar dos goles: el primero pronto en el encuentro y el segundo poco antes de llegar a la media hora. En un giro desafortunado, el equipo francés perdió a Ousmane Dembélé y a Achraf Hakimi por lesiones, y el primero sufrió una dura falta que le costó la expulsión a Díaz, tras revisión del VAR.
Esta tarjeta roja cambió drásticamente el panorama del partido. Mientras el Bayern había generado múltiples ocasiones claras gracias a jugadores como Serge Gnabry y Joshua Kimmich, se encontró ahora encerrado bajo la presión de los dirigidos por Luis Enrique, que no escatimaron esfuerzos en búsqueda de la remontada.
Joao Neves, un centrocampista portugués, devolvió la esperanza al PSG a quince minutos del final, y desde ese momento, el Bayern tuvo que luchar con uñas y dientes por mantener su ventaja. Manuel Neuer, el legendario arquero, tuvo intervenciones clave, mientras que el goleador local se lamentaba al ver cómo un cabezazo se iba desviado. Al sonar el pitido final, el Bayern celebró su decimosexta victoria en dieciséis partidos, un logro impresionante.
En el otro lado del tablero, el Arsenal FC también se consolidó con su pleno de triunfos al aplastar 0-3 al Slavia Praga, un juego que dejó su huella en la historia del club. Mikel Arteta, el técnico, celebró dos hitos significativos: el equipo igualó la racha de ocho encuentros sin encajar un gol, una marca que databa de la temporada 1903-1904, y se convirtió en el primer club de la Premier en ganar sus primeros cuatro partidos de la Champions sin conceder un solo gol desde el Leeds United en la 1969-1970.
Entre los momentos destacados de la noche se encontraba el joven Max Dowman, quien hizo historia como el futbolista más joven en jugar en la Champions a la edad de 15 años y 308 días. Mikel Merino, autor de un doblete que incluyó un gol justo al inicio de la segunda mitad, contribuyó a una victoria que se selló después de que Bukayo Saka ejecutara un penalti que abrió el marcador.
Los equipos londinenses y de la Premier League mostraron su fuerza, ya que el Tottenham también se destacó con un abultado 4-0 al Copenhague, dominando en el encuentro a pesar de estar con diez hombres durante casi toda la segunda parte. En contraste, el Nápoles encontró dificultades en su enfrentamiento con el Eintracht, resultando en un empate sin goles en el Diego Armando Maradona, mientras que la Juventus, en un rendimiento insatisfactorio, solo logró un empate 1-1 contra el Sporting de Lisboa, con un gol de Dusan Vlahovic que igualó el inicial de Maxi Araújo.
Finalmente, el Olympiacos, dirigido por el español José Luis Mendilibar, no pudo conseguir su primera victoria al empatar en casa frente al PSV, con un gol en el minuto 93 de Ricardo Pepi que frustó sus aspiraciones. Por su parte, el AS Mónaco logró sumar su primera victoria de la campaña al vencer al Bodo/Glimt con un gol de Folarin Balogun justo antes del descanso, aunque el equipo no contó con la presencia de Ansu Fati.
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