En un giro inesperado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha tomado la decisión de brindar apoyo militar a Israel para contrarrestar los ataques de misiles lanzados por Irán. Este ataque, atribuido a la Guardia Revolucionaria iraní, ha sido presentado como represalia por las muertes de importantes figuras políticas como Ismail Haniye, líder de Hamás, y Hasán Nasralá, secretario general de Hezbolá.

La Casa Blanca ha confirmado que Biden y la vicepresidenta Kamala Harris están monitoreando de cerca la situación provocada por el ataque iraní a Israel. Ambos reciben informes periódicos de su equipo de Seguridad Nacional para estar al tanto de la evolución de la situación.

Poco antes del ataque, Biden y Harris se habían reunido con su equipo para discutir la posibilidad de que Irán llevase a cabo un atentado contra Israel. En declaraciones en una red social, el presidente señaló que se habló sobre cómo Estados Unidos podía colaborar en la defensa de Israel y proteger a su personal en la región.

El portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, ha informado que los sistemas de defensa antiaérea están operando al máximo para interceptar los misiles provenientes de Irán. Sin embargo, advirtió que existe la posibilidad de que algunos misiles logren impactar y ha instado a la población a seguir las instrucciones de las autoridades para mantenerse a salvo.