La multinacional canadiense Brookfield Asset Management ha solicitado más tiempo al consejo de administración de Grifols para estudiar detenidamente la oferta pública de adquisición (OPA) que está preparando en conjunto con la familia fundadora de la empresa catalana, según han informado fuentes cercanas a la transacción a Europa Press.

Grifols, empresa especializada en hemoderivados, ha optado por no hacer declaraciones respecto a esta petición de extensión por parte del fondo Brookfield, el cual ha estado inmerso en un exhaustivo proceso de "due diligence" desde julio, cuando el entonces presidente ejecutivo de Grifols, Thomas Glanzmann, anunció su inicio.

De acuerdo con las mismas fuentes, Brookfield tiene previsto enviar una carta a Grifols "a más tardar el lunes" solicitando una prórroga para completar la revisión de la compañía, según reporta Bloomberg.

Este desarrollo se produce luego de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) haya abierto un expediente sancionador a Grifols por deficiencias en la información financiera y en los informes de gestión.

Asimismo, el organismo supervisor ha iniciado investigaciones contra Gotham City Research y General Industrial Partners (GIP) por supuesta manipulación del mercado de acciones de Grifols y por presuntamente violar el Reglamento sobre Abuso de Mercado en lo que respecta a recomendaciones de inversión.

En cuanto a la cotización en el Ibex 35, Grifols registraba una caída cercana al 1% alrededor del mediodía de este lunes, con sus acciones valuadas en 10,055 euros, por debajo de los 11 euros que se rumora podría ofrecer Brookfield en su propuesta de adquisición.

Por otro lado, Grifols ha asegurado tener bajo control todas sus inversiones de capital debido a su nivel de endeudamiento, aunque continúa con sus planes de expansión en países como Egipto y Canadá, sin confirmar todavía la construcción de una central industrial en Barcelona, según fuentes internas de la compañía consultadas por Europa Press.

La empresa especializada en hemoderivados podría estar evaluando la construcción de una central para su división de ingeniería, Grifols Engineering, con una inversión estimada de alrededor de 360 millones de euros, según informó 'El Economista'.

Esta potencial instalación se ubicaría en Barcelona, en una finca de 80.000 metros cuadrados en propiedad de la empresa catalana.

Sin embargo, fuentes de Grifols han aclarado que actualmente "no se ha tomado ninguna decisión definitiva sobre la ubicación de las instalaciones en el marco de sus planes futuros de expansión industrial, más allá de las ya confirmadas en Canadá y Egipto".

"La compañía mantiene todas sus inversiones de capital limitadas y controladas, como se anunció previamente", han afirmado las mismas fuentes.