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Caracas se prepara para una militarización a días de la nueva toma de posesión del gobierno.

Caracas se prepara para una militarización a días de la nueva toma de posesión del gobierno.

En el contexto de la inminente toma de posesión presidencial, que está programada para el 10 de enero, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana ha puesto en marcha un ambicioso plan de seguridad. Este anuncio se produce en un clima de creciente tensión política, donde la oposición reclama que Edmundo González asuma la presidencia y denuncia presuntas irregularidades en el proceso electoral, mientras que las autoridades, junto al oficialismo, defienden la continuidad de Nicolás Maduro en el poder.

El teniente coronel Alexander Granko Arteaga, jefe de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), informó que el dispositivo de seguridad contará con la participación de más de 1.200 efectivos militares, una cifra considerable que refleja el compromiso del gobierno por mantener el orden. Estas declaraciones fueron compartidas a través del portal Últimas Noticias, subrayando la importancia de la preparación militar en tiempos de crisis.

Granko Arteaga hizo un llamado a sus compañeros, manifestando: "Cuento con ustedes para la defensa de este país y del pueblo. Con la extraordinaria fusión cívico-militar-policial liderada por el comandante jefe Nicolás Maduro Moros, vamos a garantizar la paz y la seguridad del pueblo. Nos vamos a asegurar de que este 10 de enero se lleve a cabo la juramentación del presidente Maduro, y nosotros también nos comprometemos con él. ¡Vamos juntos por la victoria!", declaró en un video que circula ampliamente en las redes sociales.

El teniente coronel también resaltó las operaciones recientes llevadas a cabo contra mercenarios que han intentado infiltrarse en Venezuela, asegurando que estos actos buscan subvertir el orden y atacar las instituciones del país. Esta narrativa se inscribe dentro de un discurso oficial que justifica una fuerte presencia militar como garantía de estabilidad.

En las últimas horas, se ha observado un incremento de efectivos de las fuerzas de seguridad en varios puntos estratégicos, como la plaza O'Leary, un lugar que fue escenario de significativas protestas el 29 de julio en contra de los resultados electorales. En esta área, ahora se encuentran agentes equipados con material antidisturbios, lo que sugiere una postura de prevención frente a posibles movilizaciones populares.

Además de las medidas en esa plaza, hay una fuerte presencia de agentes en el corazón de la capital, particularmente en las inmediaciones del Palacio de Miraflores y a las afueras de las avenidas México y Urdaneta, puntos neurálgicos que podrían convertirse en focos de protesta.

La controversia en torno a los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio sigue latente. Mientras que las autoridades han proclamado a Nicolás Maduro como el ganador, la oposición ha presentado más del 80 por ciento de las actas recabadas por testigos y miembros de mesa que, según ellos, respaldan la victoria de su candidato, Edmundo González, intensificando así el clima de confrontación entre ambos sectores.