MADRID, 3 de enero. La llegada de migrantes a España a través de rutas irregulares ha comenzado 2025 con cifras alarmantes, ya que se han registrado un total de 797 personas desde el primer día del año. De este número, 657 han desembarcado en las Islas Canarias, 98 han llegado a Baleares y 42 han arribado a la Región de Murcia, conforme a un informe de Europa Press.
El archipiélago canario ha experimentado un aumento notable en las llegadas, con once embarcaciones contabilizadas en lo que va de enero. Específicamente, cuatro botes llegaron el 1 de enero, tres el día 2 y otros cuatro este viernes, dejando en su trayecto la triste cifra de dos fallecidos. En el caso de Baleares, todos los migrantes que llegaron, 98 en total, lo hicieron en el primer día del año, lo que resalta la urgentísima necesidad de abordar la crisis migratoria desde una perspectiva comprensiva y humanitaria.
En un operativo reciente, la Guardia Civil interceptó a 42 inmigrantes que llegaron en patera a las aguas de Murcia en la madrugada del viernes. Fuentes de la Delegación del Gobierno informaron que estas personas, de nacionalidad argelina, fueron atendidas por Cruz Roja y se encuentran en buen estado de salud.
Los datos de 2024 muestran que las llegadas irregulares a las costas españolas alcanzaron la cifra récord de 63.970, lo que representa un aumento del 12,5% en comparación con el año anterior, cuando llegaron 56.852 migrantes. La situación es particularmente preocupante, ya que el Ministerio del Interior destacó que este fue el año con el mayor número de llegadas en los últimos cinco años, superando incluso los niveles de 2018, cuando 64.298 migrantes arribaron a España.
La situación en las Islas Canarias se ha agravado, recibiendo en 2024 a 46.843 migrantes, un aumento notable respecto a los 39.910 del año anterior; incluso se supera la crisis de los cayucos de 2006, que registró 31.678 llegadas. Mauricio Valiente, director general de CEAR, comentó sobre la relación directa entre los incrementos en las llegadas de migrantes y el aumento de personas refugiadas a nivel mundial, particularmente desde África. Según Valiente, sería "realmente complicado" que el creciente número de refugiados no tuviera un impacto en las llegadas a España.
El experto también abordó el tema de cómo los flujos migratorios cambian en función de la ubicación de los conflictos y del rigor de los controles migratorios. Denunció las circunstancias "brutales" que se viven en países como Libia, donde las violaciones de derechos humanos son comunes, incluidas ejecuciones de migrantes. Sin embargo, Valiente hizo hincapié en que estos factores no son permanentes y podrían variar en el futuro.
Destacó la importancia de dar atención adecuada a este creciente número de migrantes, haciendo hincapié en que España tiene la capacidad de gestionar esta situación sin caer en el desbordamiento. "Es esencial proporcionar la atención necesaria, teniendo en cuenta las condiciones específicas de las personas que llegan en embarcaciones precarias", argumentó Valiente.
Desde la ONG Accem, se ha pedido un análisis más reflexivo y a largo plazo de la situación migratoria actual. En su opinión, es imperativo alcanzar acuerdos políticos que, al mismo tiempo, defiendan los derechos humanos y promuevan una cultura de paz, así como establecer vías migratorias legales y seguras.
Asimismo, la ONG subrayó que el desplazamiento de personas desde sus países de origen es un fenómeno creciente, exacerbado por conflictos bélicos como la guerra civil en Mali, así como por la situación crítica en Ucrania y varios conflictos en Oriente Medio. La interconexión de estas crisis pone de relieve la necesidad urgente de un enfoque coordinado y compasivo hacia la migración global.
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