En una reciente intervención, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y responsable de Trabajo y Economía Social, ha puesto en tela de juicio las recientes declaraciones de Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, señalando que atraviesa un momento complicado. Esto lo expresó en referencia a sus comentarios sobre el permiso por duelo, sugiriendo que la patronal ha intervenido para moderar sus opiniones.

Díaz, quien expresó una cercanía personal hacia Garamendi, subrayó que sus declaraciones no representan adecuadamente a la patronal que lidera, la cual, según ella, tiene la responsabilidad de apoyar a todas las empresas de España. En entrevista con Antena 3, Díaz afirmó que ha tenido conocimiento de un creciente descontento entre los empresarios respecto a los comentarios de Garamendi, especialmente aquellos que tildaron su propuesta de ampliación del permiso por fallecimiento como una "ocurrencia".

Al hablar sobre el clima en foros económicos en los que participó, como el celebrado recientemente en Barcelona, Díaz enfatizó que muchos empresarios estaban molestos con las afirmaciones de Garamendi. "Es lamentable jugar con temas tan sensibles como la muerte", destacó la ministra, cuestionando el sentido de tales declaraciones dadas las emociones involucradas.

Díaz también observó un cambio en la actitud de Garamendi, mencionando que en el pasado había expresado un desinterés respetuoso ante el trabajo sobre la reforma del despido. Sin embargo, la vicepresidenta subrayó la importancia de la mesa de diálogo social que se reunirá para abordar la cuestión de los permisos, asegurando que la patronal sigue trabajando en esta materia y cuenta con un equipo competente.

Contrario a las malas interpretaciones, Díaz aclaró que la propuesta de ampliar el permiso de defunción a diez días no se aplica a la muerte de amigos, haciendo hincapié en la realidad de que muchas empresas ya otorgan más tiempo a sus empleados en duelo. "Ciertamente, en la práctica, los trabajadores que atraviesan una pérdida significativa no se recuperan en tan solo dos días", argumentó, estableciendo que las firmas han comenzado a adoptar una política más comprensiva en estos casos.

En otro momento de su intervención, Díaz reconoció que muchos trabajadores enfrentan dificultades para llegar a fin de mes, aunque dejó claro que esto no se debe a los impuestos, sino al nivel de los salarios. "La realidad es que España mantiene una brecha salarial del 25% respecto a Europa", explicó, añadiendo que el salario medio en el país es apenas de 1.660 euros al mes, lo que desmiente la idea de que la buena macroeconomía se traduzca en mejoras en la calidad de vida de los ciudadanos.

La vicepresidenta concluyó su declaración subrayando la urgencia de abordar el tema de los salarios y el poder adquisitivo en España, lamentando que aún no hemos superado los recortes impulsados por el anterior gobierno del Partido Popular. "Nuestro enfoque debe estar en la búsqueda de salarios mejores que reflejen las necesidades actuales de la población", concluyó.