MADRID, 3 NOV. (CHANCE) -

  En un contexto marcado por la controversia generada por la próxima publicación de las memorias del rey Juan Carlos, y las repercusiones de algunas de sus declaraciones filtradas, la reina Sofía ha hecho su aparición en solitario. Tradicionalmente, este tipo de eventos los compartía con su hermana, Irene de Grecia, quien debido a problemas de salud ha optado por alejarse del ojo público. La reina ha estado al lado de su hermana en este momento personal complicado.

  La reina Sofía mostró su característico optimismo al llegar al Teatro Real, donde tuvo lugar la 40ª edición del Premio BMW de Pintura, que en esta ocasión fue otorgado a la talentosa artista navarra Amaya Suberviola. La madre del rey Felipe VI recibió cálidos aplausos y vítores del público que agradeció con un cordial gesto a su llegada, además de intercambiar saludos con las personalidades presentes. Posteriormente, los asistentes disfrutaron de un conmovedor concierto benéfico ofrecido por la Orquesta Sinfónica RTVE, que recaudó fondos para bancos de alimentos infantiles, una causa a la que la reina dedica un especial esfuerzo.

  Además de la presencia de la Reina, numerosos rostros conocidos del mundo del espectáculo y el deporte también se unieron a la celebración. Entre ellos, se encontraban figuras como Alaska, Álex González, Alejandra Martos, Javier Fernández y Beatriz de Orleans. Vimos a varias parejas disfrutando de la velada, como el empresario Pedro Trapote con su esposa Begoña García Vaquero; Emiliano Suárez acompañado de Carola Baleztena, y el reconocido tenista Feliciano López junto a la modelo Sandra Gago.

  Con un toque de sofisticación que la caracteriza, la Reina optó por un elegante conjunto de tres piezas, que incluía una chaqueta con solapas, una falda y un cuerpo dorado adornado con bordados florales en relieve. En cuanto a los accesorios, la madre del rey Felipe VI mantuvo la discreción, eligiendo un sobrio collar de perlas y un distintivo broche floral. Para completar su atuendo, Sofía eligió un bolso rígido y unos zapatos de tacón bajo en la misma tonalidad dorada, reafirmando su estilo inconfundible.