El pasado martes, el Atlético de Madrid se impuso al Royale Union Saint-Gilloise con un marcador de 3-1 en la cuarta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Los goles llegaron de la mano de Julián Álvarez, Conor Gallagher y Marcos Llorente, lo que permite al equipo colchonero acercarse a los puestos de clasificación para la siguiente ronda, aunque su desempeño fue más efectivo que brillante.
Desde el inicio del partido, el equipo belga demostró su intención de luchar por el resultado y creó su primera oportunidad a los 2 minutos con un sorprendente disparo de Rob Schoofs que se desvió lejos del objetivo. A pesar de dominar los primeros compases del encuentro, la tensión se apoderó del Riyadh Air Metropolitano cuando Anouar Ait El Hadj presionó a Matteo Ruggeri, quien en un error de comunicación casi entrega el balón a la estrella del arco, Jan Oblak.
Oblak no estuvo en su mejor forma y estuvo al borde de cometer un error garrafal. El Saint-Gilloise continuó buscando la apertura del marcador, como lo demostró Anan Khalaili al internarse rápidamente por la banda derecha y enviar un centro que no logró conectar Kevin Rodríguez en un intento de remate.
El primer disparo serio por parte del Atlético llegó en el minuto 22, cuando Julián Álvarez se animó desde la periferia del área, aunque su intento no causó problemas a Kjell Scherpen. En el minuto 26, se produjo la primera sustitución obligada en los locales, con Robin Le Normand siendo reemplazado por Josema Giménez tras sufrir molestias en su rodilla.
Kevin Mac Allister tuvo su oportunidad de brillar en el minuto 37 con una espectacular chilena que, sin embargo, no encontró portería. Pero la suerte sonreiría pronto a los colchoneros, que comenzaron a encontrar el ritmo del partido. En una notable jugada desbordante, Giuliano, hijo del entrenador, superó a Ross Sykes para asistir a Julián Álvarez, quien con una volea certera llevó el marcador a 1-0 justo antes del descanso, dejando a sus compañeros con la moral alta.
En el tiempo adicional de la primera parte, Nahuel Molina lanzó un potente tiro que se estrelló en el poste; Antoine Griezmann intentó rematar el rebote a puerta vacía, pero su gol fue anulado por un fuera de juego. Al volver del descanso, el Atlético comenzó a presionar más, mostrando una actitud mucho más ofensiva en comparación con los primeros 45 minutos.
Sin embargo, el equipo de Simeone no se quedó ahí, y en el minuto 54, Giuliano estuvo a punto de ampliar la cuenta, aunque fue incapaz de concretar una jugada en el área. Fue entonces cuando el 'Cholo' realizó varias sustituciones, trayendo a un Alexander Sorloth que rápidamente comenzó a generar complicaciones para la defensa rival.
El Saint-Gilloise no se rindió y empujó en busca de una respuesta, logrando un cabezazo de Sykes para acortar distancias en el minuto 80. A partir de ahí, el partido se convirtió en un frenético intercambio de ocasiones de gol. Julián Álvarez estuvo a punto de resolver la situación en el minuto 89, pero falló en su mano a mano con Scherpen, dejando a los aficionados en vilo.
Al final, en el minuto 90+6, Marcos Llorente selló la victoria para el Atlético después de que un intento de Thiago Almada fuera rechazado. Llorente estuvo atento al rebote y envió el balón a la red, asegurando así un valioso triunfo que posiciona al Atlético con 6 puntos, mientras que el Saint-Gilloise queda rezagado con solo 3.
Con este resultado, el Atlético de Madrid sigue mostrando su determinación en la competición europea, mientras que su adversario belga tendrá que esforzarse para revertir su suerte en las próximas jornadas.
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