24h España.

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El Banco de España señala que más hogares no pueden afrontar gastos esenciales debido a la inflación y al aumento de los tipos.

El Banco de España señala que más hogares no pueden afrontar gastos esenciales debido a la inflación y al aumento de los tipos.

La situación económica de los hogares ha mejorado en general y las empresas han recuperado en su mayoría rentabilidades precovid

MADRID, 6 Jul.

El 9% de los hogares no podía cubrir en 2022 los gastos esenciales con su renta bruta total, frente al 7% de 2020, dado el crecimiento observado de la inflación y de los tipos de interés, según se desprende del informe publicado por el Banco de España sobre la situación financiera de los hogares y las empresas respecto al primer semestre de 2023.

La elevada inflación y el endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) están teniendo, en los últimos trimestres, un impacto adverso sobre la situación financiera de los hogares, advierte el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos.

A pesar de que la renta bruta disponible nominal de los hogares ha sido en 2022 un 6,8% superior a la del año 2020, la inflación ha provocado una pérdida de poder adquisitivo acumulada del 4,5% en ese período, lo que ha limitado la capacidad de ahorro y gasto de las familias españolas.

Los resultados presentados señalan la mayor vulnerabilidad de los hogares con menores ingresos ante el escenario inflacionista y de mayores tipos de interés, por lo que el Banco de España recomienda la introducción de medidas de política económica focalizadas en apoyar a este colectivo.

No obstante, el organismo señala que las ayudas desplegadas en forma de transferencias de renta a los hogares con rentas bajas, el incremento puntual de las pensiones no contributivas, la introducción del ingreso mínimo vital, o la reforma del código de buenas prácticas habrían contribuido, entre otras medidas, a amortiguar algunos de los efectos apreciados en su informe.

Además, los costes de financiación de los hogares y las empresas han seguido elevándose de forma generalizada, un reflejo del cambio de tono de la política monetaria del Banco Central Europeo y la oferta de crédito bancario se estaría volviendo más restrictiva.

De acuerdo con los bancos, la contracción de la oferta de crédito se explicaría fundamentalmente por el aumento de los riesgos percibidos, asociados al deterioro de las perspectivas macroeconómicas, así como por su menor tolerancia a ellos.

"El aumento de las dificultades de acceso al crédito habría afectado especialmente a las familias de menor renta y, en el caso de las empresas, a las de menor tamaño, las constituidas recientemente y las que presentan mayores vulnerabilidades financieras", se señala en el informe.

Aunque la situación económica de los hogares ha experimentado una mejora, con una recuperación progresiva del poder adquisitivo perdido desde 2021 como consecuencia de la elevada inflación, se ha intensificado el efecto adverso de la subida de los tipos de interés sobre la renta disponible de los deudores y los hogares de renta baja.

De su lado, la tasa de ahorro de los hogares ha abandonado la tendencia descendente observada tras alcanzar niveles históricamente altos durante la pandemia. El repunte reciente de la tasa se habría visto impulsado por la mejora en la capacidad adquisitiva de las familias, así como por la contracción del consumo. De hecho, en el primer trimestre de 2023 se situarían en niveles por encima de su media histórica.

En cualquier caso, el Banco de España explica que el comportamiento de la tasa de ahorro durante los últimos años ha sido compatible con la acumulación de activos líquidos por parte de los hogares. Desde finales de 2022, se observa una recomposición de estos activos desde el efectivo y los depósitos a la vista hacia instrumentos con una mayor rentabilidad esperada, como las letras del tesoro, los depósitos a plazo y los fondos.

Los hogares han reforzado su posición patrimonial a nivel agregado desde finales de 2022, si bien los segmentos más vulnerables habrían experimentado un deterioro mayor en su capacidad de devolución de la deuda o de hacer frente a otros gastos.

Así, la información del cuarto trimestre de 2022 evidencia un aumento de la riqueza bruta en términos reales, tras las caídas de los trimestres anteriores gracias a la moderación de la inflación.

En este contexto, se detectan algunos indicios de deterioro de la calidad crediticia en los préstamos concedidos a los hogares. Los créditos dudosos a hogares continuaron descendiendo en los últimos trimestres, con una caída interanual en marzo del 22,5%. El retroceso es generalizado por categorías (vivienda, consumo y empresarios individuales).

Sin embargo, los préstamos en vigilancia especial repuntaron desde finales del año pasado, con un crecimiento de un 18% interanual en marzo de 2023. El aumento afectó tanto al crédito para adquisición de vivienda como, en mayor medida, al crédito al consumo. En cambio, en el crédito a empresarios individuales se siguieron observando caídas.

La situación económica de las empresas ha seguido mostrando, en conjunto, una evolución favorable, aunque con cierta heterogeneidad por sectores. Así, de acuerdo con la Central de Balances Trimestral, en el primer trimestre de 2023 aumentaron los excedentes empresariales, impulsados por el avance de la actividad económica y, en algunos casos, por la recuperación de los márgenes sobre ventas.

Como resultado de todo ello, la rentabilidad de las empresas se situaría, en la mayoría de las ramas, en niveles superiores a los de antes de la pandemia, a pesar de que los mayores costes del servicio de la deuda estarían frenando el crecimiento de los beneficios empresariales.

Al igual que en el caso de los hogares, las ratios de deuda sobre las rentas de las empresas también han descendido en los últimos trimestres, si bien ha repuntado la proporción de los beneficios destinada al servicio de la deuda.

En este contexto, la proporción de empresas financieramente vulnerables habría continuado descendiendo y no se aprecian señales de un deterioro significativo de la calidad crediticia de las empresas. Así, los préstamos dudosos y en vigilancia especial de este sector han continuado descendiendo durante los últimos meses.

En 2022, coincidiendo con el endurecimiento de la política monetaria del BCE, se observó un aumento en el porcentaje de empresas con dificultades de acceso al crédito. Este porcentaje se habría situado por encima del 11% en la última ola, que cubre el período comprendido entre octubre de 2022 y marzo de 2023, y se habría colocado, así, en niveles máximos desde 2016.

Los resultados confirman que existen mayores dificultades de acceso al crédito para las empresas de menor tamaño, las más jóvenes y las más vulnerables.