24h España.

24h España.

El FBI vincula la explosión en Las Vegas con un posible suicidio debido a estrés postraumático.

El FBI vincula la explosión en Las Vegas con un posible suicidio debido a estrés postraumático.

En un trágico suceso que ha conmocionado a la opinión pública, la Agencia Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI) ha revelado que Matthew Livelsberger, un militar en activo, detonó una camioneta frente al hotel de Donald Trump en Las Vegas, mientras aparentemente lidiaba con un grave trastorno de estrés postraumático vinculado a su experiencia en combate. Los informes sugieren que este acto de violencia puede haber sido, en efecto, un suicidio, ya que el militar se disparó en la cabeza justo antes de que estallaran los fuegos artificiales y los cilindros de gas que había preparado dentro del vehículo, una camioneta Tesla Cybertruck alquilada.

Este devastador evento dejó a siete personas heridas, pero también plantea cuestiones profundas sobre la salud mental de los veteranos de guerra y el impacto que tienen las experiencias bélicas en sus vidas. Livelsberger, de 37 años, dejó atrás una nota en la que conceptualizaba su acción como “una llamada de aviso a todos los camaradas, veteranos y estadounidenses”, acusando a las élites del poder de ser un grupo de “debiluchos e irresponsables que solo buscan enriquecerse”.

El mensaje de Livelsberger es inquietante y directo. En sus propias palabras, cuestionaba la indiferencia de la sociedad estadounidense: “Los estadounidenses solo prestan atención a los espectáculos y a la violencia. ¿Qué mejor manera de transmitir mi mensaje que con un espectáculo con fuegos artificiales y explosivos? ¿Por qué lo hago ahora? Porque necesito limpiar mi mente de los hermanos que he perdido y liberarme de la carga de las vidas que he arrebatado”. Su testimonio subraya la lucha interna que muchos veteranos enfrentan tras regresar de la guerra, una batalla que, para algunos, termina en tragedia.

El agente especial del FBI, Spencer Evans, comentó en una rueda de prensa que aunque este incidente ha alcanzado un nivel de atención mediática inusualmente alto, es fundamental comprender que se trata de un trágico caso de suicidio de un veterano que estaba lidiando con un trastorno de estrés postraumático y otros problemas psicológicos. Este contexto pone de relieve la necesidad imperiosa de abordar el bienestar mental de los exmilitares en nuestra sociedad.

Las investigaciones continúan, y las autoridades han descartado que la selección del hotel de Trump haya estado motivada por un odio personal hacia el expresidente. La vida de Livelsberger antes del suceso es un recordatorio sombrío de los sacrificios que muchos hacen en el servicio a su país. Desde su ingreso al Ejército de EEUU en 2006, completó varias misiones en el extranjero, incluyendo despliegues en Afganistán, así como misiones en Ucrania, Tayikistán, Georgia y la República Democrática del Congo. A su regreso a casa, se encontraba de baja después de un reciente despliegue en Alemania.

Su valentía no pasó desapercibida, ya que fue distinguido con cinco Estrellas de Bronce, una de ellas con distinción por coraje bajo el fuego, además de recibir una insignia de infantería de combate y la Medalla de Reconocimiento del Ejército por su valor. Sin embargo, las medallas, aunque reconocen su heroísmo, no pueden ocultar las cicatrices invisibles que a menudo enfrentan los veteranos como Livelsberger, dejando al descubierto la apremiante necesidad de desestigmatizar y abordar la salud mental en las fuerzas armadas. Este evento trágico debería servir de llamada a la acción para todos nosotros, a fin de crear un sistema de apoyo integral para aquellos que han arriesgado tanto por su país.