El Gobierno español presentó una queja formal ante México por no invitar al Rey Felipe VI a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, presidenta electa, el mismo martes antes de hacer público un comunicado anunciando la decisión de no enviar representación al evento debido a esta "exclusión inaceptable".

MADRID, 27 Sep.

El embajador mexicano en Madrid, Quirino Ordaz, fue convocado al Ministerio de Asuntos Exteriores para recibir una queja formal por parte del Gobierno español por esta cuestión, según información adelantada por 'El País' y confirmada posteriormente por fuentes diplomáticas a Europa Press.

Además, el embajador de España en México, Juan Duarte, se presentó en la Cancillería mexicana para entregar una nota verbal, documento mediante el cual un país comunica oficialmente su posición respecto a un tema en la jerga diplomática.

En la nota verbal, el Gobierno español resaltaba que el Rey es quien "asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales" y recordaba su asistencia a todas las tomas de posesión de mandatarios mexicanos, incluido el actual André Manuel López Obrador.

Tras intentar transmitir respetuosamente la importancia de contar con representación de alto nivel debido a las estrechas relaciones entre ambos países, el Gobierno anunció que "no habrá ninguna representación" por parte de España en el evento del 1 de octubre.

Un día antes, se llevó a cabo una llamada telefónica entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y Sheinbaum, de la cual no se había informado desde Moncloa y se conoció únicamente porque la presidenta electa la reveló el miércoles. Sánchez eludió entrar en detalles sobre la llamada por "discreción".

Sheinbaum justificó la decisión de no invitar al monarca argumentando que este nunca respondió a la carta enviada por López Obrador en marzo de 2019, en la cual se proponía organizar una ceremonia conjunta para el 200 aniversario de la independencia en 2021 y solicitar el reconocimiento oficial de los agravios causados durante la Conquista.

Sánchez expresó su "frustración" por el enfrentamiento con un gobierno progresista y su "tristeza" por la obstrucción de "intereses políticos determinados" en las relaciones políticas entre ambos países desde Nueva York. En cuanto a López Obrador, respaldó a su sucesora y criticó nuevamente la "prepotencia" de España, destacando la importancia del respeto mutuo entre pueblos.