MADRID, 2 de noviembre.

El Gobierno español ha identificado múltiples puntos a lo largo de la red ferroviaria donde se llevaron a cabo actos de represión durante la dictadura franquista, como la depuración de trabajadores del sector ferroviario. Sin embargo, aún no se ha elaborado un inventario detallado de estos lugares.

Esta información ha sido revelada en una respuesta a los diputados de Izquierda Unida, quienes han mostrado interés en el destacamento penal de Bustarviejo (Madrid), el único de su tipo que se puede visitar en España, que será oficialmente declarado Lugar de Memoria Democrática.

En mayo, la Secretaría de Estado de Memoria Democrática comenzó los trámites para otorgar esta categoría a todos los destacamentos penales que albergaron a presos republicanos, quienes fueron forzados por el franquismo a trabajar en condiciones de semiesclavitud en la construcción del tren que une Madrid con Burgos.

Serviciales, entre 1941, cuando se fundó Renfe, y 1955, alrededor de 6.000 prisioneros pagaron con su libertad al contribuir a la edificación de esta infraestructura ferroviaria. Muchos de ellos fueron condenados a muerte en juicios militares, pero sus penas fueron conmutadas a tres décadas de prisión, o a sentencias más suaves en el caso de que se les imputara por auxilio a la rebelión.

Durante este periodo, se levantaron 11 destacamentos diversos, además de túneles, viaductos, estaciones y carreteras de acceso, todo ello en el marco del sistema de Redención de Penas por Trabajo del Patronato de la Merced.

El Gobierno tiene la intención de reconocer como Lugar de Memoria varios de estos sitios relacionados con los destacamentos penales a lo largo de la línea, incluidos aquellos en Chamartín, Fuencarral, Colmenar Viejo, Las Jarillas, Chozas de la Sierra, Miraflores de la Sierra, Valdemanco y otros.

En meses recientes, un deslizamiento de tierra, ocasionado por una tormenta, derrumbó el techo del destacamento de Bustarviejo, que ha permanecido en pie debido a su uso anterior como establo. La Asociación de Memoria Histórica Los Barracones, que organiza visitas al lugar, ha solicitado apoyo a la Delegación del Gobierno en Madrid para restaurar los daños.

Los representantes de Izquierda Unida también indagaron sobre si el Ejecutivo tiene planes para crear un mapa que recoja todos los espacios de la red ferroviaria vinculados con la memoria democrática.

En su respuesta, que ha sido divulgada a través de Europa Press, el Gobierno informó que la asociación encargada del destacamento de Bustarviejo ha lanzado una campaña de donaciones para cubrir los gastos de restauración y aclaró que el lugar se encuentra “fuera de los límites de la propiedad de Adif” en esa área.

Aunque el Gobierno admite que no posee un inventario específico de los lugares relacionados con la represión en la red ferroviaria, sí ha identificado distintos emplazamientos relevantes.

Además de los ya mencionados, aparecen en la lista los campos de concentración de Albatera (Alicante), Castuera (Badajoz), Aranda de Duero y Miranda de Ebro (Burgos), así como “diversos poblados ferroviarios”, muchos de los cuales funcionaron como “estaciones de castigo” para trabajadores represaliados.

Según el historiador Francisco Polo Muriel, autor del estudio 'La depuración del personal ferroviario durante la Guerra Civil y el franquismo (1936-1975)', el proceso de depuración afectó a 82.831 profesionales, lo que equivale a un 88% de la plantilla total de las empresas ferroviarias en aquel entonces.

De este grupo, un 26% sufrió alguna sanción; 6.782 trabajadores fueron despedidos, y 6.500 más enfrentaron traslados forzosos. En 2018, el Ministerio de Transportes ya había rendido homenaje a estos profesionales, que sufrieron sanciones, prisión, exilio e incluso la condena a muerte.