En un informe publicado recientemente, se ha dado a conocer que los concesionarios de automóviles chinos han sufrido pérdidas por un valor total de 138.000 millones de yuanes hasta agosto. Esto equivale a más de 17.500 millones de euros, todo debido a la política de subsidios del Gobierno de Xi Jinping que los obliga a vender los automóviles nuevos con grandes descuentos.
La Asociación de Concesionarios de Automóviles de China (CADA, por sus siglas en inglés) ha señalado que el sector se encuentra en una situación complicada, con una guerra de precios en el mercado automovilístico más grande del mundo. Los fabricantes locales están luchando por mantener el impulso de las ventas en medio de una disminución en el consumo chino.
De acuerdo con la CADA, los distribuidores se están viendo obligados a vender a precios más bajos debido a los altos inventarios y la crisis de consumo. Durante el mes de agosto, el descuento promedio en cada vehículo nuevo adquirido en China aumentó hasta el 17,4%. La organización también ha advertido sobre el colapso de algunos concesionarios debido a la ruptura en la cadena de capital.
Ante esta situación, la patronal está solicitando un aumento en el apoyo financiero del Gobierno para los concesionarios privados. A pesar del aumento en las matriculaciones de vehículos eléctricos e híbridos enchufables, las ventas cayeron por quinto mes consecutivo en agosto. Por lo tanto, es necesario un mayor respaldo para garantizar la estabilidad del sector y evitar mayores pérdidas para los concesionarios chinos.
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