El Papa ha enfatizado que es crucial resolver los problemas de los pobres para abordar los desafíos globales en una reunión con representantes de movimientos populares en el Vaticano.

En este encuentro bajo el lema 'Plantando bandera frente a la deshumanización', Francisco ha abogado por aumentar los impuestos a los ricos para redistribuir la riqueza entre los pobres y la clase media.

El Sumo Pontífice ha instado a que los millonarios compartan su riqueza de manera fraternal, destacando que el mundo sería un lugar mejor si se adoptara esta actitud solidaria.

Además, ha cuestionado el actual sistema económico, argumentando que los problemas de los más desfavorecidos deben abordarse urgentemente para resolver los problemas globales.

Francisco también ha criticado las medidas represivas del Gobierno argentino de Javier Milei, condenando la violencia policial contra manifestantes que exigían sus derechos en las calles.

El Papa ha alertado sobre la creciente división social y la escalada de odio resultante de la indiferencia ante la injusticia, llamando a la denuncia de la búsqueda desmedida de riqueza como un camino hacia la autodestrucción.

En un acto simbólico, el Papa ha llegado en silla de ruedas para pronunciar su discurso, mientras era observado por líderes sindicales y religiosos de distintos países.

La reunión ha contado con la participación de destacados representantes de movimientos populares y de la Iglesia, quienes han reflexionado sobre la importancia de trabajar juntos para lograr un mundo más justo y equitativo.