El 1 de noviembre en Madrid, el primer ministro de Marruecos, Aziz Ajanuch, celebró lo que considera un hito significativo: el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental. Este respaldo, manifestado recientemente, se presenta como un triunfo de largas décadas de diplomacia de la monarquía alauí.

Ajanuch, hablando en un evento de su partido, la Agrupación Nacional de Independientes, en Beni Melal, subrayó que este apoyo representa una "victoria" para todos los marroquíes, tanto dentro del país como en la diáspora. También describió el momento como una oportunidad para fomentar un diálogo que propicie la coexistencia pacífica en las provincias del sur de Marruecos, sin la necesidad de "vencedores ni vencidos".

El primer ministro resaltó la política exterior de Marruecos como un modelo de sabiduría y realismo, atribuyendo este enfoque a la firme dirección del rey Mohamed VI. "La diplomacia real ha posicionado a Marruecos como un referente de credibilidad y respeto", afirmó, haciendo hincapié en que este avance ha protegido la causa nacional de cualquier amenaza externa.

Por su parte, el embajador de Estados Unidos en Marruecos, Duke Buchan, consideró que el apoyo dado por el Consejo de Seguridad al plan de autonomía es un "gran paso adelante" en la resolución del conflicto. Mike Waltz, el embajador estadounidense ante la ONU, también expresó su satisfacción por el respaldo a este plan como la "única base" viable para solucionar la disputa.

En un discurso nacional reciente, el rey Mohamed VI anunció que Marruecos estaba iniciando un "nuevo y exitoso capítulo" en su objetivo de reafirmar la identidad marroquí en el Sáhara, proponiendo la conclusión definitiva de este conflicto considerado artificial. Hizo un llamado a los refugiados saharauis en Tinduf, Argelia, invitándolos a aprovechar "esta oportunidad histórica" para reunirse con sus familias y participar en el desarrollo de Marruecos.

El Sáhara Occidental, que fue una colonia española hasta 1975, ha estado en el centro de una contienda entre Marruecos y el Frente Polisario, que se resistió a la ocupación. A pesar de un alto el fuego en 1991 con el objetivo de celebrar un referéndum de autodeterminación, la falta de acuerdo sobre el censo y la inclusión de colonos marroquíes ha impedido su realización. El Polisario recibe el respaldo de Argelia, que acoge a alrededor de 140,000 refugiados en sus campamentos.

Recientemente, la situación se complicó aún más para los saharauis tras el respaldo del gobierno español y francés al plan de autonomía marroquí, un giro que el Polisario ha calificado de traición, señalando que España sigue siendo, "de iure", la potencia administradora del Sáhara Occidental. Además, en 2020, el entonces presidente Donald Trump reconoció la soberanía marroquí sobre el territorio, solidificando el apoyo estadounidense al plan de autonomía.