El Tesoro Público de España se prepara para una nueva serie de subastas de deuda en los mercados, las cuales comenzarán la próxima semana con la emisión de letras y obligaciones del Estado. Este será el primer movimiento desde que el Banco Central Europeo (BCE) decidió mantener los tipos de interés sin cambios en el 2%.

Los analistas ya preveían esta decisión del BCE, que optó por la prudencia después de haber concluido en junio un ciclo de reducción de tasas que había llevado el precio del dinero a unos niveles históricamente bajos, con una bajada total de 200 puntos básicos a lo largo de varias reuniones consecutivas.

En un contexto donde la estabilidad monetaria es clave, el Tesoro comenzará las emisiones de noviembre con una subasta de letras a seis y doce meses. En su más reciente subasta similar, logró atraer inversores por un total de 5.632 millones de euros, ofreciendo mayores rendimientos para las letras a 12 meses, por encima del 2%, aunque a su vez reduciendo la rentabilidad en la referencia a 6 meses.

Con respecto a los detalles, en la emisión más reciente, la rentabilidad a seis meses se estableció en un 1,958%, un leve descenso frente al 1,976% de la subasta anterior. Por otro lado, el interés para las letras a doce meses incrementó, ascendiendo del 1,996% al 2,021%.

Una segunda subasta está programada para el jueves 6 de noviembre, en la que se oferta una variedad de obligaciones a plazos diferentes, incluyendo obligaciones a 7 años con un cupón del 3%, y otras de 15 años que ofrecen un atractivo 3,50% de retorno.

Los tipos de interés marginal fijados para estas obligaciones se ubican en el 2,929% para las de 7 años, mientras que las de 9 años y 9 meses se sitúan en un 3,420%. Las obligaciones indexadas a la inflación de la zona euro a 10 años, por su parte, tienen un interés marginal del 1,494% y las de 15 años del 3,676%.

El programa de subastas continuará el 11 de noviembre con letras a 3 y 9 meses, seguido de otra subasta de bonos y obligaciones el 20 de noviembre, cerrando así las emisiones previstas para el mes. De hecho, a finales de septiembre, el Tesoro Público había ajustado a la baja sus necesidades de financiación para el año en curso, rebajándolas en 5.000 millones de euros, argumentando el sólido crecimiento económico en el país.

En relación al coste de la deuda, actualmente se sitúa en un 2,28%, lo que representa solo 64 puntos básicos de distancia de su mínimo histórico en 2021. Este dato es notable si se considera que en el mismo periodo los tipos de interés oficiales han aumentado en 250 puntos básicos.

La tendencia hacia la reducción del coste medio de emisión se ha mantenido en los últimos meses, lo que está alineando estas tasas con el coste medio de la deuda en circulación. En este sentido, la media de emisión para el 2025 se encuentra en un 2,75%, notablemente más baja que el 3,16% del año anterior.

Gracias a estas medidas, la carga financiera de la deuda estatal sobre el PIB permanece bajo control, rondando el 2%, un nivel similar al mínimo de 1,88% alcanzado en 2021 y alejado del pico histórico del 2,92% de 2014, según ha informado el Ministerio de Economía.

El Tesoro también ha reafirmado su compromiso con la diversificación de la base de inversores, destacando la emisión de bonos verdes como una práctica fundamental en su estrategia de financiación. Esto no solo busca incentivar el mercado de finanzas sostenibles en España, sino también facilitar el financiamiento de iniciativas que impulsen la transición ecológica.

En conjunto, se planea realizar un total de 48 subastas ordinarias de letras, bonos y obligaciones del Estado en el próximo año, lo que incluye la vuelta a las sindicaciones para ciertas emisiones de obligaciones, reflejando un enfoque sostenido en la gestión de la deuda pública.