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Elena Rodríguez-Avial aborda el tema del acompañamiento a divorciados en su nueva obra 'La herida se ilumina'

Elena Rodríguez-Avial aborda el tema del acompañamiento a divorciados en su nueva obra 'La herida se ilumina'

En una nueva publicación, la reconocida periodista Elena Rodríguez-Avial ha lanzado su libro 'La herida se ilumina' con el objetivo de concienciar y conmover a los miembros de la Iglesia sobre un tema tabú: la importancia de brindar acompañamiento a los creyentes que han pasado por un divorcio.

En palabras de la autora, su intención es despertar a la Iglesia en su totalidad, desde sacerdotes y religiosos hasta laicos, para que promuevan ese apoyo a aquellos que atraviesan una separación o divorcio.

La autora, que ha liderado la Oficina de Comunicación de la Provincia de España de la Compañía de Jesús, busca ser una luz de esperanza para aquellos creyentes que se encuentran sufriendo tras ver desmoronarse su proyecto familiar.

El impulso para escribir este libro surgió de la experiencia personal de Rodríguez-Avial, quien tras su propio proceso de sanación por un divorcio, decidió reunirse con otras personas en la misma situación, convirtiendo esas conversaciones en entrevistas que ahora conforman esta obra.

La autora destaca que si bien existen buenas intenciones en muchas parroquias para ayudar a las personas divorciadas, la falta de formación adecuada impide brindar un acompañamiento efectivo.

A pesar de la exhortación de Amoris Laetitia del Papa Francisco en 2016, que se esperaba que abriera puertas, la realidad muestra que no se ha aplicado en su totalidad ni ha alcanzado su potencial completo.

En su libro, Rodríguez-Avial explora el proceso de duelo tras un divorcio y analiza cómo puede influir en las personas, resaltando tanto los aspectos positivos como los negativos para aquellos que tienen fe.

Lamentablemente, para muchas personas divorciadas resulta angustiante no poder recibir la comunión, lo que evidencia la necesidad de un mayor apoyo psicológico y espiritual por parte de la Iglesia.

La autora sugiere que la creación de grupos de apoyo específicos en las parroquias puede resultar reconfortante para aquellos que atraviesan esta situación dolorosa, sin embargo, reconoce que todavía hay un largo camino por recorrer en la sensibilización de la Iglesia sobre esta realidad.