Fiscal Grinda confirma intento de soborno de Leire Díez, quien supuestamente tenía influencia en el PSOE.
En un giro impactante de los acontecimientos políticos, el fiscal José Grinda ha reafirmado esta semana su denuncia sobre un posible intento de soborno vinculado a la exmilitante socialista Leire Díez. En su declaración ante el juez, Grinda destacó que uno de los involucrados en el caso le informó sobre la influencia que Díez sigue insistiendo tener dentro del PSOE.
En su testimonio, Grinda reiteró las afirmaciones que había presentado previamente a la Fiscalía el 27 de febrero, tras haber sido contactado por el periodista Pere Rusiñol. Este último le había proporcionado un documento que supuestamente contenía detalles sobre el intento de soborno.
El fiscal enfatizó que su denuncia se basa en hechos concretos y no en enfrentamientos personales, aclarando que no tiene relación con Díez ni animosidad hacia el empresario Javier Pérez Dolset, quien también es objeto de investigación. Grinda mencionó que, como fiscal, ha estado expuesto a numerosas denuncias en su contra e incluso a amenazas de muerte.
En relación con Rusiñol, Grinda dejó claro que al momento de ser contactado por el periodista, creía que este no estaba al tanto del contenido del documento. Durante su encuentro, el fiscal preguntó a Rusiñol sobre Díez, a lo que recibió confirmación de que se trataba de la misma persona mencionada en artículos previos.
Grinda expresó su opinión de que el PSOE había marginado a Díez tras la aparición de las informaciones sobre ella, pero el periodista le aseguró que aún mantenía una influencia considerable dentro del partido. Además, el fiscal subrayó que no había solicitado protección; su única conversación con altos cargos fue con el fiscal general del Estado y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, buscando clarificar su posición ante críticas formuladas en la comisión del Congreso sobre la llamada 'Operación Cataluña'.
En su denuncia, Grinda relató que Rusiñol le había ofrecido un “soborno” respaldado por “las más altas instituciones o personas del Estado” a cambio de que desestimara varias causas y brindara información sobre presuntos delitos atribuibles a su jefe en la Fiscalía Anticorrupción, Alejandro Luzón. Esta propuesta iba acompañada de la promesa de un puesto en el extranjero y la anulación de una demanda en su contra.
Según Grinda, la reunión con Rusiñol tuvo lugar porque lo consideraba su amigo, y el periodista le había indicado que deseaba hacerle una propuesta. Sin embargo, los detalles no fueron revelados inicialmente, y le entregó dos hojas en un sobre doblado.
Durante las negociaciones, Rusiñol le enfatizó que esta oferta era irrenunciable y debía manejarse en estricta confidencialidad, evitando involucrar a terceros o al fiscal general. Además, mencionó que el respaldo para este acuerdo podría provenir de alguien llamado Leire, a lo que Grinda respondió que nunca actuaría en contra de la ley, dejando claro su rechazo a la propuesta.
En la comparecencia para ratificar su denuncia, Grinda admitió que había visto a Rusiñol bajo la creencia de que era su amigo, aunque ahora sus sentimientos habían cambiado. También afirmó que este último le había asegurado no conocer el contenido de los documentos entregados, destacando que actuaba en nombre de personas y no como periodista.
El juez Arturo Zamarriego ha convocado también a otros testigos, incluido el fiscal Ignacio Stampa, quien alegó un intento similar de soborno, así como al guardia civil Rubén Villalba. Este caso ha cobrado relevancia tras la difusión de audios en los que Díez parece ofrecer favores a cambio de información comprometida sobre miembros de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil y de la Fiscalía.
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