El inicio del año 2024 trae consigo un panorama inmobiliario cargado de altos precios y cifras de ventas que rompen récords, según el último informe publicado por el portal inmobiliario Fotocasa.
La directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, María Matos, ha señalado que la reciente flexibilización de la política monetaria está transformando las proyecciones del sector, trayendo consigo datos de actividad que marcan un cambio social y legislativo significativo. “Este nuevo enfoque ha rejuvenecido las expectativas del mercado”, indicó Matos en un comunicado emitido este jueves.
En este contexto, la portavoz destacó que la disminución de los tipos de interés se presenta como el punto de partida de un nuevo ciclo en el ámbito hipotecario, con la demanda de compra de vivienda como el actor principal en esta etapa. Este fenómeno se articula en un marco de “grandes retos estructurales”, que revela una marcada presión en la oferta y una resistencia de los precios a la baja, lo que plantea urgentemente la necesidad de mejorar la accesibilidad a la vivienda.
Las proyecciones para el año 2024 sugieren que se vivirá el mejor ejercicio desde 2007, con la expectativa de que se formalicen más de 650,000 operaciones de compraventa, un logro que cobra aún más relevancia considerando la restrictiva tasa de interés que caracterizó la primera mitad del año.
El 2025 se perfila como un año de renovación en la adquisición de vivienda, con anticipadas ligeras alzas en las compraventas impulsadas por la búsqueda de emancipación, mejores condiciones de vida y rentabilidad en el sector. Existe, además, una tendencia notable hacia la compra por reposición, lo que marcará la pauta en el mercado inmobiliario del próximo año.
El aumento en la tasa de ahorro de los hogares, combinado con un mercado laboral que demuestra una notable resiliencia y unas condiciones hipotecarias más favorables, estará en el centro de una actividad intensa, con promedios que superan las 50,000 transacciones mensuales. No obstante, el mercado enfrenta un desafío significativo: la escasez de oferta que complica cada vez más la búsqueda del hogar ideal.
El sector hipotecario se encuentra saliendo de una de sus fases más arduas y se adentra en lo que parece ser una etapa de bonanza. El año 2024 inicia un recorrido ascendente gracias al paulatino descenso en los tipos de interés, que se han reducido del 4% registrado a principios de año al 3% que se aplicará al cierre del mismo.
Las proyecciones para finales de 2024 son alentadoras, previniendo cerca de 450,000 concesiones hipotecarias, lo que convertiría al año en uno de los más prósperos desde 2010. De cara a 2025, se espera que los compradores que requieran financiación bancaria experimenten una de sus etapas más favorables, con una reducción esperada del 35% de los compradores que no contraen hipotecas debido a la oferta de créditos más accesibles y atractivos.
Sin embargo, la escalada en los precios de la vivienda ha sido un fenómeno constante durante el 2024, con estimaciones de cierres que indican un incremento cercano al 9% y un precio por metro cuadrado que superará los 2,380 euros. Ciudades que combinan un alto atractivo poblacional y un crecimiento turístico significativo están alcanzando precios máximos, rompiendo récords establecidos hace 15 años.
El mercado de alquiler no se queda atrás, marcando un nuevo máximo a finales de año, superando los 13 euros por metro cuadrado, con perspectivas de crecimiento por encima del 10% anual, aunque las condiciones rígidas actuales podrían moderar ese aumento a alrededor del 7% en 2025.
Al cumplirse un año y medio desde la implementación de la Ley por el Derecho a la Vivienda, el balance resulta preocupante. Matos destaca que un “error de diagnóstico” y la falta de consenso con los propietarios privados han generado un clima de descontento y preocupación en el mercado.
Las dinámicas del arrendamiento han cambiado drásticamente, debido a la intervención en los límites de actualización de las rentas durante 2023 y 2024, que ha restringido la rentabilidad de los inmuebles. Ha habido un notable aumento en modalidades como el alquiler temporal, que ha crecido un 55%, y el alquiler turístico, que ha ascendido un 40%.
Finalmente, Matos concluye que la reducción de los tipos de interés y el descenso en el Euríbor estimularán una demanda sostenida y robusta. No obstante, la combinación de una oferta cada vez más escasa seguirá alimentando un alza en los precios, dificultando aún más el acceso a la vivienda para una gran parte de la población.
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