La defensa del expresidente Yoon Suk Yeol ha calificado la ejecución de la orden de arresto en su contra como "ilegal", generando un revuelo en la política surcoreana.
MADRID, 3 de enero.
Las autoridades surcoreanas han tomado la decisión de suspender este viernes la ejecución de la orden de detención emitida contra el presidente destituido Yoon Suk Yeol, en el contexto de su controversial intento de instaurar la ley marcial. Esta medida fue tomada tras un intenso y prolongado enfrentamiento que se extendió por varias horas entre los investigadores y el dispositivo de seguridad que resguardaba al mandatario en su residencia.
El organismo estatal anticorrupción, encargado de llevar a cabo la detención, confirmó que a las 13:30 horas (hora local, 5:30 hora peninsular española) se decidió detener la ejecución de la orden. Esta decisión se produjo aproximadamente cinco horas después de que los investigadores llegaran al lugar con la intención de realizar la detención.
En un comunicado emitido por la agencia de noticias surcoreana Yonhap, se informó que la agencia había determinado que continuar con la ejecución de la orden resultaría prácticamente inviable debido a la resistencia activa y la continua confrontación en el lugar, lo que obligó a suspender la operación por motivos de seguridad para el personal presente.
La Comisión de Integridad y Orden (CIO) tiene hasta el lunes para llevar a cabo la orden de arresto, y ha indicado que se tomará el tiempo necesario para evaluar la situación antes de decidir los próximos pasos a seguir. De igual modo, expresaron su "profundo pesar por el comportamiento" de Yoon, quien se ha mostrado reacio a acatar los procedimientos legales pertinentes.
Desde la mañana del viernes, una unidad militar que actualmente tiene la responsabilidad de proteger la residencia presidencial, bajo el control del Servicio Secreto, bloqueó el acceso a los investigadores de la agencia anticorrupción. Esto dio lugar a un enfrentamiento prolongado entre los agentes de la ley y el Servicio de Seguridad Presidencial.
Testigos contactados por Yonhap relataron que alrededor de 200 agentes de seguridad formaron una barrera humana que impedía la entrada de los investigadores, que se vieron frustrados por más de diez vehículos que obstaculizaban el acceso. La situación se tornó caótica, con informes de "confrontaciones físicas tanto grandes como pequeñas", lo que llevó a los investigadores a decidir detener la operación por preocupaciones de seguridad.
Mientras los investigadores intentaban cumplir con la orden de detención, miles de simpatizantes de Yoon se congregaron en las inmediaciones del edificio, manifestándose en contra de la medida. Los presentes no dudaron en expresar su oposición, coreando consignas como "orden judicial ilegal, completamente inválida" y "arresten al CIO".
Las fuerzas policiales habían advertido que cualquier persona que intentara interferir en la ejecución de la orden de arresto sería detenida por obstrucción de deberes oficiales. Sin embargo, un portavoz de la policía confirmó que, hasta el momento, no se había producido ninguna detención por este motivo durante la jornada.
El equipo legal de Yoon ha calificado las órdenes de arresto como "ilegales e inválidas", y ha procedido a presentar una solicitud judicial para impugnar su ejecución. Cabe destacar que la solicitud se realizó después de que el exmandatario ignorara las citaciones que le fueron enviadas para que se presentara a comparecer en relación a su decisión de decretar la ley marcial el pasado 3 de diciembre.
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