El aclamado cineasta progresista Galder Gaztelu-Urrutia vuelve a la plataforma de streaming Netflix con la muy esperada secuela de "El hoyo", una película que aborda de manera impactante la desigualdad socioeconómica y que tuvo un éxito rotundo al coincidir con el inicio de la pandemia, convirtiéndose en la número 1 a nivel mundial.

"La idea de que saldríamos mejores después de la pandemia, honestamente, era una ilusión", declaró en una entrevista con Europa Press en anticipación al estreno de la película el próximo viernes, 4 de octubre.

El director afirma que "El hoyo" resonó tanto en la audiencia porque toca temas "universales" y muestra la faceta egoísta inherente a la naturaleza humana. "Desde los albores de la humanidad hemos discutido sobre la distribución de la riqueza. Y seguirá resonando porque el egoísmo es una característica evolutiva intrínsecamente defectuosa", subrayó.

Gaztelu-Urrutia confesó que nunca imaginó el éxito que obtendría la primera entrega de la película, ya que en su estreno pasó bastante desapercibida y no fue ampliamente reconocida en festivales. Sin embargo, la pandemia cambió el panorama por completo. "Cuando se lanzó en cines a finales de 2019, no tuvo una gran acogida. Pero en febrero de 2020, al estrenarse en Netflix y alcanzar el número uno a nivel global, nos tomó por sorpresa", explicó.

A pesar del éxito obtenido con la primera parte, el cineasta asegura que la única presión que sintió al trabajar en "El hoyo 2" fue mantener la integridad de la historia y expandir ese universo con personajes más complejos y escenas de mayor acción. "La primera parte me generó muchos problemas y noches de insomnio, pero después de su éxito, la presión vino de la expectativa de una secuela", reveló.

"Teníamos que hacer una película más espectacular, con más acción, terror, giros y preguntas sin respuesta. Algunas interrogantes serán resueltas, pero otras quedarán abiertas", adelantó.

La secuela presenta nuevos protagonistas como Milena Smit, Hovik Keuchkerian, Óscar Jaenada y Natalia Tena. Gaztelu-Urrutia elogió la contribución de los dos actores principales en el desarrollo de sus personajes. "Tanto Milena como Hovik aportaron ideas brillantes al guion. Por ejemplo, Hovik sugirió que su personaje podría ser representado como un bebé gigante a prueba de fuego, una idea que me pareció fantástica", reveló.

"Lo que más admiro de Milena y Hovik es su habilidad para ocultar sus emociones. Si no te lo dicen, no logras descifrar qué están pensando, y eso es una cualidad destacada para un actor. Pueden ser duros, fríos, distantes y, al mismo tiempo, vulnerables. Necesitamos actores así para abordar personajes complejos y cambiantes", resaltó el director.