El domingo pasado, el derbi entre el Atlético y el Real Madrid se vio interrumpido por el árbitro debido a la peligrosa situación que se vivió en el estadio Cívitas Metropolitano. Esto sucedió luego de que el equipo visitante se adelantara con un gol, momento en el que algunos objetos fueron lanzados desde la grada hacia los jugadores.

En el minuto 64, Eder Militao marcó el gol que puso al Madrid en ventaja, desencadenando la reacción violenta de algunos aficionados que arrojaron mecheros y botellas al terreno de juego. Ante esta situación, el árbitro tuvo que detener el partido y emitir un aviso a través del megáfono del estadio.

A pesar de la advertencia, los objetos siguieron cayendo al campo, especialmente en la zona donde se encontraba el portero del Real Madrid, Thibaut Courtois. Ante esta situación, el colegiado decidió suspender el encuentro durante 15 minutos para garantizar la seguridad de los jugadores y demás personas presentes en el estadio.

Con los jugadores en los vestuarios, varios integrantes del Atlético, como José María Giménez, Koke y el entrenador Diego Pablo Simeone, se acercaron a la grada para pedir tranquilidad y responsabilidad a los aficionados. La reanudación del partido estaría condicionada a que no se repitieran los actos violentos y el lanzamiento de objetos.