En una nueva escalada de tensión en la región, el Gobierno de Irán ha acusado a Israel de llevar a cabo un acto terrorista en Líbano. La explosión de miles de 'buscas', supuestamente utilizados por miembros de Hezbolá, dejó cerca de diez muertos y más de 2.800 heridos, en lo que Irán ha calificado como "un asesinato en masa".

El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani, ha afirmado que este acto terrorista forma parte de una serie de operaciones llevadas a cabo por Israel y sus agentes mercenarios. Ha destacado que estas acciones violan principios morales, humanos y el Derecho Internacional.

En este sentido, Irán ha exigido que los responsables sean juzgados por tribunales internacionales y ha señalado que Israel pone en peligro la paz y seguridad regional e internacional. Asimismo, ha instado a la comunidad internacional a actuar con rapidez para combatir la impunidad de los funcionarios criminales sionistas.

Aunque inicialmente se atribuyeron las explosiones a un ataque informático, funcionarios estadounidenses han confirmado que la Inteligencia israelí introdujo material explosivo en los 'buscas' antes de ser importados a Líbano. Estos explosivos podían activarse de forma remota, lo que causó las devastadoras explosiones en territorio libanés.

Se estima que muchos de los fallecidos son miembros de Hezbolá, pero también se reporta la muerte de una niña. La comunidad internacional sigue atenta a los acontecimientos y a las investigaciones en curso para esclarecer las circunstancias de este acto terrorista en Líbano.