En una carta dirigida al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el representante de Irán ante la ONU, Amir Saed Irwani, ha señalado que su país se reserva el derecho de responder a las explosiones que afectaron a miembros del partido-milicia chií libanés Hezbolá en Líbano y dejaron herido al embajador de Irán en Beirut, Mojtaba Amini, responsabilizando a Israel por estos hechos.

Irán ha dejado claro que considera este ataque como un crimen atroz y una violación del Derecho Internacional, amenazando con adoptar medidas necesarias para responder a esta acción contra su embajador, la cual califica como un crimen contra la humanidad.

El representante iraní ha condenado el "ataque terrorista del régimen sionista" y ha pedido poner fin a la impunidad de Israel, denunciando el apoyo de Estados Unidos y otros países occidentales a las acciones israelíes, responsabilizando a Washington de las actividades ilegales del país hebreo.

De acuerdo con Irwani, las acciones del régimen israelí buscan intensificar las tensiones en la región y amenazar la paz y seguridad regionales, siendo Israel el principal responsable de estos crímenes atroces según sus declaraciones.

Tanto las autoridades libanesas como Hezbolá han atribuido las explosiones ocurridas en Líbano a Israel y han anunciado que habrá una respuesta, mientras que Israel aún no se ha pronunciado al respecto. Los ataques han dejado un saldo de muertos y heridos, generando preocupación por la escalada de violencia en la región.