En un contexto de creciente tensión en el norte y noreste de Siria, las autoridades kurdas han hecho un llamado urgente a la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, para que tome medidas inmediatas y así prevenir lo que describen como una posible "tragedia". Esta súplica surge en el marco de los continuos bombardeos de las fuerzas turcas, que han estado atacando la presa de Tishrin, un punto crucial tanto estratégicamente como en términos de recursos hídricos en la región.
La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES) ha expresado su preocupación, informando que la presa ha estado bajo un asedio de bombardeos de artillería por parte del Estado turco y sus aliados mercenarios durante más de un mes. La AANES advierte que esta situación pone en riesgo la vida de miles de personas, ya que una eventual destrucción de la presa podría provocar una catástrofe humanitaria devastadora.
En un comunicado difundido a través de su cuenta en la red social X, la AANES instó a la ONU y a la coalición internacional a actuar de forma urgente para evitar consecuencias aún más graves. Resaltaron que el daño a la presa podría resultar en la inundación de cientos de aldeas y la devastación de tierras agrícolas, lo que afectaría la vida de millones de personas que habitan a lo largo del río Éufrates, extendiéndose incluso hasta Irak.
Frente a esta crisis inminente, la AANES ha considerado crucial la intervención internacional para proteger tanto la vida de los ciudadanos como la infraestructura local. Además, han hecho un llamado a la población para que se congreguen en la presa el miércoles, en una protesta destinada a denunciar el bombardeo sistemático que está poniendo en peligro vidas humanas y destruyendo instalaciones vitales.
Por otro lado, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) reportaron a través de su canal en Telegram que sus milicianos lograron derribar un dron turco en la zona de la presa de Tishrin, un hecho que, afortunadamente, no dejó víctimas ni daños colaterales.
En respuesta a la situación, el gobierno turco ha enfatizado su intención de lanzar una ofensiva en el noreste de Siria contra la milicia kurdo-siria Unidades de Protección Popular (YPG), quienes forman parte de las FDS. Esta amenaza se presenta en un contexto donde el gobierno turco exige la expulsión de los integrantes de la YPG, vinculada al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), entidad que Ankara considera terrorista.
Desde la desintegración del régimen de Bashar al Assad, Turquía ha urgido a las nuevas autoridades sirias a que asuman el control de esta zona conflictiva. Hakan Fidan, el ministro de Exteriores turco, dejó claro que no reconocerá ni al YPG ni a la llamada administración kurda de Rojava, al tiempo que se vislumbra un cambio de estructuras de poder en el país vecino que podría traer más complicaciones a la región.
Tags:
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.