"La baja popularidad de los coches eléctricos en España pone en tela de juicio la transición energética, revela Grupo Moure."
MADRID, 26 de diciembre.
La limitada adopción del vehículo eléctrico en España plantea serias interrogantes sobre la viabilidad de la transición energética en el ámbito de la movilidad en Europa. Esta situación es particularmente relevante a la luz del objetivo fijado para 2035, que busca poner fin a la venta de automóviles de combustión, tal como se ha revelado en un informe reciente del Grupo Moure.
Manel Montero, director general de la empresa, ha subrayado que “la transición debe ser un esfuerzo concertado entre todos los Estados miembros de la Unión Europea”. Sin embargo, ha señalado que en la práctica, nos enfrentamos a un mosaico de estrategias que obstaculizan la incorporación generalizada de los vehículos eléctricos.
Entre los principales obstáculos que enfrenta España se encuentran las políticas fragmentadas impuestas por los distintos países de la Unión, así como una infraestructura de recarga que se califica de “insuficiente”, lo que limita el crecimiento del mercado. Actualmente, las ventas de coches eléctricos representan apenas un 5% en el país.
Las perspectivas futuras tampoco son optimistas. De acuerdo con el análisis del Grupo Moure, naciones clave como Alemania y Francia están considerando reducir las subvenciones al coche eléctrico en los próximos meses como parte de sus medidas para resolver dificultades presupuestarias. Al mismo tiempo, se espera que las regulaciones más estrictas y los aranceles aplicados a vehículos importados desde China incrementen aún más los costos de estos automóviles en el mercado europeo.
“Sin una estrategia común, corremos el riesgo real de retroceder en la misión hacia una movilidad sostenible”, ha advertido Montero, enfatizando la gravedad de la situación.
A pesar de que el precio de los vehículos de “cero emisiones” ha disminuido en años recientes, la organización señala que estos siguen estando fuera del alcance de muchos consumidores, especialmente en regiones de economías emergentes y en áreas rurales donde la capacidad adquisitiva es más baja.
“No podemos exigir que todos adopten coches eléctricos si no garantizamos su accesibilidad”, ha denunciado el Grupo Moure, que hace un llamado a inversiones “significativas” en infraestructura y tecnologías que ayuden a reducir costes.
Pese a los múltiples desafíos que enfrenta, el Grupo Moure sostiene que la movilidad eléctrica es una “pieza fundamental” en la lucha contra el cambio climático. A su juicio, la transición hacia este modelo debe ser “organizada y realista”, con planes que contemplen un horizonte a largo plazo.
“Es imperativo contar con un marco europeo que articule incentivos económicos, desarrolle infraestructuras robustas y ofrezca una hoja de ruta clara. Esto permitirá cumplir con los objetivos climáticos sin sumar incertidumbre al mercado”, ha concluido Montero.
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