La intervención de destructores navales estadounidenses ha sido fundamental en la defensa de Israel contra los misiles lanzados desde Irán, según informó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.

Estados Unidos ha destacado la eficacia de la respuesta israelí y ha subrayado que no se han reportado víctimas ni daños en territorio israelí, a pesar del fallecimiento de un civil palestino en Cisjordania por la caída de fragmentos de un misil.

En total, Irán lanzó 200 misiles contra Israel, lo que llevó a una colaboración entre las Fuerzas de Defensa de Israel y el Ejército estadounidense para derribar los proyectiles entrantes.

El gobierno estadounidense ha calificado la acción de Teherán como una "escalada significativa" y ha advertido de consecuencias graves. El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, enfatizó que hay una clara diferencia entre la defensa de civiles por parte de Israel y el ataque estatal de Irán.

Miller desestimó la afirmación de Irán de haber advertido a Estados Unidos previamente sobre los lanzamientos de misiles y subrayó que cualquier nuevo ataque por parte de Teherán sería imprudente y aumentaría la escalada del conflicto.