En Bruselas, el 5 de noviembre, se ha obtenido una noticia significativa para España, pues la Comisión de Presupuestos del Parlamento Europeo ha aprobado el desembolso de 946 millones de euros del Fondo de Solidaridad. Esta inyección de fondos está destinada a atender los devastadores efectos que dejó la depresión atmosférica anómala, conocida como dana, que afectó de forma crítica a la Comunidad Valenciana y otros territorios del país el pasado octubre.

Previamente, la Comisión Europea había anticipado 100 millones de euros en marzo de 2025, que corresponden al límite máximo permitido por la normativa para cubrir los gastos inmediatos relacionados con las inundaciones ocasionadas por la dana. Con este paso al frente por parte de la comisión europarlamentaria, el siguiente hito será la aprobación formal por parte del pleno del Europarlamento y del Consejo para liberar el resto de los fondos.

Los recursos aprobados se destinarán a diversos ámbitos fundamentales, incluyendo la rehabilitación de infraestructuras clave de energía, agua, saneamiento, telecomunicaciones, transporte, así como atención sanitaria y educativa. Asimismo, se contempla financiar labores de limpieza, alojamientos temporales y servicios de rescate, asegurando así una respuesta integral ante esta tragedia.

La evaluación de la Comisión Europea estima que los daños totales ascendieron a 18.080 millones de euros, en comparación con los 20.280 millones de euros que España había calculado inicialmente. Además, se estima que las intensas lluvias afectaron a 845.000 personas en 84 municipios, incluyendo 170 centros educativos y más de 50 instituciones sanitarias. Esta catástrofe, trágicamente, se tradujo en la pérdida de 237 vidas humanas, de las cuales 229 se produjeron en la provincia de Valencia.

Este desembolso, que ronda los 1.000 millones de euros, se convierte en la segunda ayuda más considerable otorgada bajo el mecanismo de solidaridad de la Unión Europea desde su creación en 2002, solo superada por los 1.200 millones de euros que se destinaron en 2017 para apoyar a Italia tras los devastadores terremotos que azotaron su centro. Este apoyo resalta la importancia de la solidaridad europea en momentos de crisis y catástrofe.