El jefe de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths, ha presentado un plan de diez puntos para poner fin a la "carnicería" en la Franja de Gaza. Este plan incluye medidas como la apertura de más pasos fronterizos, incluido el de Kerem Shalom, para permitir la entrega de ayuda humanitaria a la población.
Griffiths ha expresado su preocupación por la situación en Gaza, afirmando que "la carnicería en Gaza alcanza cada día nuevos niveles de horror". Ha hecho un llamado a las partes en conflicto para que respeten el Derecho Internacional Humanitaria, acuerden un alto el fuego humanitario y detengan los combates.
El plan propuesto por Griffiths incluye puntos como facilitar la entrega continua de ayuda humanitaria, abrir pasos fronterizos adicionales para la entrada de camiones comerciales y con ayuda, permitir el acceso a combustible en cantidades suficientes para entregar ayuda y servicios básicos, y mejorar el mecanismo de notificación humanitaria para prevenir ataques contra civiles e infraestructuras civiles.
Además, el plan busca establecer puntos de distribución de ayuda para los civiles, expandir el número de refugios seguros para desplazados y garantizar que sean zonas seguras durante las hostilidades. También se solicita financiar la respuesta humanitaria, que asciende a 1.200 millones de dólares.
Por último, el plan propone la aplicación de un alto el fuego humanitario para reiniciar los servicios básicos y el comercio esencial. Griffiths destaca que estas medidas son necesarias para controlar la carnicería y hace un llamado a un apoyo internacional amplio.
El Ejército de Israel lanzó su ofensiva en Gaza en respuesta a los ataques de Hamás, que resultaron en numerosas víctimas mortales y secuestrados. Las autoridades de Gaza han cifrado en más de 11.300 los muertos, aunque la falta de comunicación dificulta actualizar el balance. Por su parte, la Autoridad Palestina denuncia la muerte de más de 180 palestinos a manos de las fuerzas israelíes y colonos.