En la actualidad, la situación de las reservas hídricas en España presenta un panorama mixto. Según los últimos informes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), el almacenamiento total asciende a 28.745 hectómetros cúbicos, lo que representa un 51,3% de la capacidad total. Sin embargo, en la última semana se ha registrado una pérdida de 165 hm3, lo que indica una ligera disminución del 0,3% en comparación con la semana anterior.

Las lluvias recientes han tenido un impacto significativo, especialmente en la vertiente Atlántica, mientras que la vertiente Mediterránea ha experimentado un efecto menos pronunciado. Sevilla ha destacado con una precipitación excepcional, alcanzando los 105,3 litros por metro cuadrado, lo que representa un alivio para la situación hídrica en esa región.

En términos de cuencas, varias han logrado mantenerse por encima del 50% de su capacidad de almacenamiento. Entre ellas se encuentran el Cantábrico Oriental, que alcanza el 65,8%, y otras como el Duero y el Tajo, que se sitúan en el 51,9% y 56,2%, respectivamente. Sin embargo, contrasta esta buena noticia con el estado del río Segura, que continúa siendo el más afectado con apenas un 18,9% de su capacidad.

Otros ríos están también por debajo de la mitad de su capacidad, destacando el Guadalete-Barbate con un 41,1% y el Guadalquivir con un 41,2%. Este escenario evidencia la creciente preocupación por la gestión del agua, especialmente en contextos de sequía prolongada y cambio climático.

En cuanto a las vertientes, la Atlántica está al 51,9%, mientras que la Mediterránea se sitúa en un 49,1%. A fecha del 3 de noviembre, la reserva destinada a uso consuntivo muestra una ocupación de 48,78%, almacenando 18.924 hm3, mientras que la reserva hidroeléctrica está un poco más optimista, con un 56,95% de su capacidad total, almacenando 9.821 hm3. La gestión del agua se hace cada vez más crítica, y estas cifras subrayan la necesidad de un enfoque sostenible y eficiente en el uso de nuestros recursos hídricos.