En una escalada de tensiones en el mar Rojo, los rebeldes hutíes de Yemen han sido acusados de lanzar misiles y drones contra dos buques comerciales, el 'BLUE LAGOON I' y el 'AMJAD', en un aparente intento por desestabilizar el comercio regional y mundial. Afortunadamente, ambos ataques no causaron víctimas ni daños materiales, pero han generado preocupación en la comunidad internacional.

La operación militar específica llevada a cabo por las Fuerzas Armadas yemeníes contra el 'BLUE LAGOON I' fue reclamada por los hutíes a través de su portavoz de operaciones militares, Yahya Sari. Según el comunicado emitido en su canal de Telegram, el ataque fue justificado por la "violación" de la prohibición impuesta por los insurgentes contra los puertos israelíes.

Por otro lado, el Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) ha responsabilizado a los hutíes de ambos ataques, destacando el peligro que representan para la vida de los marinos civiles y los ecosistemas marítimos. El buque 'AMJAD' transportaba aproximadamente dos millones de barriles de petróleo, lo que podría provocar un grave desastre medioambiental en caso de no ser controlado a tiempo.

Los hutíes, que controlan la capital yemení, Saná, han protagonizado varios ataques contra territorio israelí y buques con conexión israelí, en respuesta a las acciones de países como Estados Unidos y el Reino Unido en la región. La intervención de estas potencias ha sido justificada en nombre de la seguridad de la navegación en el mar Rojo, el golfo de Adén y el océano Índico, aunque ha sido criticada por los rebeldes yemeníes.