En la capital española, el 3 de noviembre, la reconocida cineasta y escritora Mabel Lozano ha dado un paso audaz en su carrera literaria con su novela debut titulada 'Ava', publicada por la Editorial Alrevés. Esta obra ha sido galardonada con el Premio Letras del Mediterráneo 2025 en la categoría de Novela Negra, destacando su enfoque sobre temas complejos y relevantes como la trata sexual y el uso de plataformas digitales como OnlyFans.

En conversaciones con Europa Press, Lozano expresa su preocupación por cómo estas plataformas son percibidas y utilizadas por los jóvenes, describiéndolas como una puerta de entrada que disimula la prostitución. Ella enfatiza que su novela no solo aborda la cruda realidad de la explotación sexual, sino que también narra historias inspiradoras de mujeres valientes y extraordinarias que merecen ser escuchadas.

La autora, que anteriormente recibió un Goya por su cortometraje documental 'Ava', reconoce que su deseo de contar esta historia de manera más amplia la llevó a la literatura, ya que considera que los libros pueden alcanzar a un público más extenso, especialmente a las nuevas generaciones de jóvenes. “La historia es tan poderosa que necesita ser comunicada de forma más profunda”, resalta.

Lozano argumenta que, a través de plataformas como OnlyFans, muchas personas jóvenes pueden caer en la trampa de la explotación sexual sin darse cuenta. Ella advierte que este tipo de captación recuerda a métodos tradicionales de explotación, pero que ahora se presenta en un formato que a menudo se considera "moderno" o "empoderado". Sin embargo, la realidad es que muchas de estas personas terminan en situaciones de vulnerabilidad extrema y explotación severa.

Además, sostiene que el fenómeno de la explotación ha evolucionado; los proxenetas ya no solo operan en la clandestinidad, sino que también utilizan redes sociales populares como TikTok e Instagram para acercarse a jóvenes desprevenidos, disfrazándose como amigos cercanos y creando vínculos falsos basados en la confianza.

Sobre las víctimas de esta nueva forma de trata, la autora aclara que no hay un perfil único; las circunstancias de pobreza, desigualdad y violencia de género son factores que perpetúan la vulnerabilidad y la explotación continua de muchas personas en la sociedad actual.

En su análisis del contenido digital, Lozano critica la frivolización del material sexual en plataformas como OnlyFans, argumentando que este contenido, frecuentemente disfrazado de tendencias modernas, en realidad oculta una dinámica de consumo predominantemente masculina que alimenta la explotación.

Asimismo, la escritora reflexiona sobre la omnipresencia de la pornografía en la vida de los jóvenes, señalando que, aunque es imposible impedir su acceso, es esencial promover un análisis crítico sobre lo que consumen. Ella aboga por una educación sexual integral que aborde la realidad de las relaciones de manera equitativa y respetuosa, en oposición a los patrones agresivos y adictivos que a menudo se ven en la pornografía convencional.

En cuanto a la posible prohibición de la pornografía, Lozano se inclina hacia la prevención del acceso prematuro en las edades más vulnerables, argumentando que este contenido a menudo es perjudicial durante la formación de su identidad sexual. “La pornografía es violenta y agresiva; altera la percepción del sexo en los jóvenes”, añade con firmeza.

Lozano también ha colaborado con un grupo especialista en la creación de una ley integral contra la trata, aunque ha expresado su frustración por la falta de compromiso político concreto. “Se habla mucho, pero las acciones son escasas”, subraya, insistiendo en la importancia de la educación como herramienta fundamental en la lucha contra la trata y la explotación sexual.

Finalmente, para Mabel Lozano, la lucha por la igualdad y el feminismo son fuerzas impulsoras en su vida. Ella observa que, si bien hay un consenso en torno a la necesidad de combatir la violencia de género, el tema de la prostitución genera divisiones debido a intereses económicos y de poder que, en su opinión, no representan las verdaderas necesidades de las mujeres involucradas. “Las mujeres querrían tener alternativas, oportunidades reales de trabajo”, concluye, señalando la complejidad de la problemática y la urgencia de abordarla desde una perspectiva más equitativa.