El hallazgo de seis rehenes muertos en la Franja de Gaza ha desatado una ola de indignación que ha llevado a la convocatoria de una huelga general en Israel para presionar al primer ministro, Benjamin Netanyahu.

Miles de personas han salido a las calles de las principales ciudades israelíes este domingo para exigir un acuerdo que permita la liberación de los rehenes en poder de las milicias palestinas en Gaza. Estas protestas han sido avivadas por el macabro descubrimiento de los cadáveres de seis de ellos en el sur del enclave palestino.

En Tel Aviv, la Policía ha detenido a unas treinta personas, mientras que en Jerusalén la cifra asciende a cinco detenidos, en una jornada marcada por heridos entre manifestantes y oficiales, según informa el diario israelí 'The Times of Israel'.

La concentración más numerosa se ha desarrollado en el centro de Tel Aviv, cercano al cuartel general de las Fuerzas Armadas israelíes, convirtiéndose, según los organizadores, en la mayor movilización desde el inicio de la escalada bélica en Gaza, con aproximadamente 300.000 participantes en Tel Aviv y unos 200.000 en el resto del país, aunque la cifra oficial de la Policía aún no se ha dado a conocer.

En la manifestación se han mostrado ataúdes simulados con los seis últimos ciudadanos israelíes víctimas del conflicto, todos ellos cubiertos con banderas del país.

Más tarde, los manifestantes han ocupado la autopista Ayalon, lugar habitual de enfrentamientos con la Policía, que en esta ocasión no pudo evitar el corte debido a la gran cantidad de personas presentes en la calzada.

Algunos manifestantes han llegado incluso a prender fuego a objetos en la autopista con el fin de detener el tráfico. La Policía ha tenido que enfrentarse a los manifestantes en ciertos puntos y, después de tres horas de enfrentamientos, ha logrado desalojarlos.

Finalmente, los agentes han empleado granadas aturdidoras y han reprimido la manifestación. Según informaciones en hebreo, la diputada Naama Lazimi, del Partido Laborista, resultó afectada por una de las granadas aturdidoras.

Por otro lado, en Jerusalén se ha llevado a cabo una marcha frente a la sede de la Knesset, el Parlamento israelí, donde se ha anunciado una nueva protesta para el lunes al mediodía, coincidiendo con la reunión del Consejo de Ministros.

"Miembros del Gobierno, aprenderán a la fuerza lo que es importante para esta nación. No tendrán un momento de paz", ha advertido uno de los convocantes, según el reporte de 'The Times of Israel'.

El principal sindicato israelí, Histadrut, ha convocado una huelga general para el lunes para exigir a Netanyahu un acuerdo. Diversos partidos políticos de la oposición e incluso instituciones públicas se han unido a la convocatoria.

El secretario general de Histadrut, Arnon Bar-David, ha participado en la marcha de Tel Aviv y ha declarado: "El país se paraliza mañana. La palabra clave aquí es abandono, el abandono de los rehenes, del sur, del norte y el abandono de la economía mientras los fondos de la coalición van a puestos gubernamentales innecesarios".