En un nuevo giro en la agitada política venezolana, la prominente líder de la oposición, María Corina Machado, ha denunciado el secuestro de un integrante del partido Primero Justicia, lo que evidencia la continua represión que vive el país bajo el gobierno de Nicolás Maduro. Este incidente ocurrió la noche del sábado y Machado calificó esta acción como un indicio de la vulnerabilidad del régimen gubernamental.

Machado utilizó su cuenta en la red social X para hacer este alarmante anuncio, identificando al secuestrado como Goyo Graterol, un destacado dirigente en el estado Falcón y un amigo cercano que ha mostrado un firme compromiso con la lucha por la democracia y la libertad en Venezuela. En su mensaje, destacó que la situación de Graterol no solo afecta a un individuo, sino que refleja el clima de temor y represión que prevalece en el país.

Además, la excandidata presidencial apuntó a la "represión desenfrenada" ejercida por las autoridades venezolanas, interpretándola como una muestra palpable de la "profunda debilidad" de lo que ella califica como una tiranía. Machado hizo un llamado a sus compañeros de lucha para unir fuerzas y presionar por la liberación inmediata de todos los presos políticos en Venezuela, instando a la comunidad internacional a tomar nota de estas injusticias.

Desde la dirección de Primero Justicia, han manifestado su rechazo a lo que consideran una "detención arbitraria" de su líder regional. Han elevado este caso a la atención de la comunidad internacional, exigiendo no solo la liberación de Graterol, sino también el fin de la persecución que sufren tanto su partido como todos aquellos venezolanos que anhelan un regreso a la democracia.

La declaración oficial de Primero Justicia, además de demandar la liberación inmediata de su compañero, expresa un compromiso inquebrantable con la lucha por la libertad en Venezuela. Aseguran que continuarán pujando por la justicia y que no cesarán en su búsqueda hasta que Graterol, así como todos los venezolanos, recuperen su libertad.

El clima en Venezuela se torna cada vez más tenso, con un aumento de las protestas tanto de los sectores leales al régimen como de la oposición. Esta situación ha sido especialmente aguda desde las controvertidas elecciones presidenciales del 28 de julio, lo que resalta la fragilidad del panorama político actual en el país y la urgencia de un cambio significativo.