El pasado 29 de octubre, la situación en la maternidad de El Fasher, una localidad en la conflictiva región de Darfur, Sudán, ha alcanzado un punto crítico, con más de 460 vidas perdidas debido a los recientes ataques perpetrados por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), un grupo paramilitar que ha mantenido un asedio devastador durante más de un año y medio.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calificado esta tragedia como impactante, destacando que las víctimas incluyen tanto a pacientes como a sus acompañantes. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, también ha denunciado el alarmante secuestro de personal médico en el Hospital Maternidad Saudí, lo que refleja la grave situación de los trabajadores de la salud en la región.

“Es imperativo que cesen inmediatamente y sin condiciones todos los ataques contra la atención sanitaria”, ha enfatizado Tedros, haciendo hincapié en la protección que el Derecho Internacional confiere a estas instalaciones y a quienes las atienden. Desde el inicio del conflicto en abril de 2023, la OMS ha documentado más de 1.200 muertes a causa de 185 ataques dirigidos a centros médicos, con 49 incidentes y 966 víctimas fatales solo en lo que va de este año.

El líder de la OMS ha instado a todas las partes involucradas en el conflicto a declarar un alto el fuego, subrayando la urgencia de proteger a quienes están en la primera línea de atención a la salud en medio de esta crisis humanitaria.