En medio de la escalada de tensiones en Europa, el ataque ejecutado por el Ejército ruso contra la ciudad ucraniana de Poltava ha dejado un saldo desgarrador. Según informes de los servicios de emergencia de Ucrania, al menos 53 personas perdieron la vida y cerca de 300 resultaron heridas tras el devastador ataque del martes.

El Servicio de Estado de Emergencia de Ucrania (SES) detalló que el ataque enemigo tuvo como blanco una institución educativa en Poltava, dejando el edificio parcialmente destruido y causando daños adicionales en edificios circundantes. El número de víctimas podría aumentar, ya que cinco personas podrían seguir atrapadas entre los escombros.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, no tardó en condenar el ataque, señalando que los responsables rusos pagarán las consecuencias. Zelenski hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que contribuyan con armamento para detener lo que calificó como "terror" en Ucrania, subrayando la necesidad urgente de apoyo militar.

En contraste, fuentes militares rusas citadas por la agencia TASS afirmaron que el edificio atacado era un centro de entrenamiento del Ejército ucraniano, y alegaron que más de 300 "milicianos" ucranianos resultaron afectados en el ataque. Las tensiones entre ambos países continúan en aumento, con acusaciones cruzadas y un saldo humano cada vez más trágico.