MADRID, 13 Nov.
Un informe de la ONG Shark League revela que España, Portugal, China y Liberia están entre los países que presentan discrepancias significativas entre los desembarques de tiburones y rayas que declaran a la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICAAT) y a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La ONG critica la falta de compromiso por parte de los países que pescan y comercian con tiburones, incumpliendo así los compromisos de conservación establecidos por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) y la ICAAT.
En este sentido, los investigadores han evaluado el desempeño de 52 partes contratantes y cinco colaboradores de la ICCAAT en relación con las obligaciones de conservación de tiburones y rayas del Atlántico. Asimismo, han identificado las principales deficiencias en las políticas y su aplicación, y han propuesto una serie de mejoras a nivel nacional e internacional.
Uno de los hallazgos del informe indica que la Unión Europea, principal colaboradora de la ICAAT en la pesca de tiburones y rayas, realiza desembarques que superan los declarados por todas las demás colaboradoras juntas. Además, aunque la ICCAT prohíbe la retención de varias especies de tiburones, el informe señala que "muy pocas" colaboradoras cumplen con los requisitos de notificación de los descartes.
Entre los países con los mayores desembarques de tiburones declarados se encuentran Namibia, Marruecos, Ghana, Senegal y Belice. Por otro lado, solo doce colaboradoras de la ICAAT notifican sus planes para aumentar la cobertura de observadores a bordo y el seguimiento electrónico en los palangreros hasta el porcentaje acordado del 10%.
Según la presidenta de Shark Advocates International, Sonja Fordham, tanto la ICCAT como CITES se enfrentan a importantes obstáculos de aplicación debido a la falta de recursos y voluntad política. Fordham destaca que se han detectado numerosas deficiencias que impiden la conservación efectiva y que requieren atención inmediata por parte de los organismos gubernamentales y las partes interesadas.
Entre otros incumplimientos, el informe revela que la mayoría de los países aún no declaran a CITES los desembarques de tiburones oceánicos de alta mar como una "introducción proveniente del mar", como se estipula. Además, 13 colaboradores informan de intercambios comerciales de tiburones y rayas sin los dictámenes de extracción no perjudicial (DENP) requeridos para la exportación de estas especies.
La falta de datos sobre la explotación de tiburones y rayas representa un obstáculo importante para la evaluación de las poblaciones, el cumplimiento de las regulaciones y la conservación, según la directora asociada del Ecology Action Centre, Shannon Arnold. Arnold califica los informes requeridos por los gobiernos como "incompletos, tardíos, incoherentes o inexistentes".
Por último, el informe sugiere varias recomendaciones de mejora, como mejorar la integración de las actividades de las pesquerías y los organismos medioambientales, promover la comunicación de las exportaciones por región, océano y población, fortalecer los DENP vinculados a límites de pesca concretos y considerar la inclusión de especies "muy comercializadas y menos emblemáticas", como las rayas o las mielgas.