Podemos se encuentra en una situación complicada después de su salida del Ejecutivo de coalición, donde no tendrán ningún representante. Aunque seguirán formando parte del grupo parlamentario, desde su autonomía frente al proyecto de Yolanda Díaz, lanzan abiertamente críticas al Gobierno de Pedro Sánchez.
Esta mañana se ha formalizado la nueva realidad para Podemos, que entra en un rol secundario, perdiendo la visibilidad del Ejecutivo y sumido en un declive electoral. Sus dos principales dirigentes, Ione Belarra e Irene Montero, critican abiertamente a Pedro Sánchez, afirmando que los ha echado del Gobierno de forma injusta.
El partido también arremete contra Yolanda Díaz, acusándola de colaborar en su exclusión del Gobierno. En una carta enviada a la militancia, Ione Belarra reprochaba a la líder de Sumar haber creado un "partido político unipersonal" en connivencia con el PSOE, para sustituir a Podemos por una izquierda subordinada al PSOE y servil ante los poderes fácticos.
A pesar de ello, la coportavoz estatal Isa Serra descarta que Podemos vaya a abandonar el grupo parlamentario de Sumar. Consideran que tiene sentido continuar en él, desde el refuerzo de su autonomía, ya sea con una posible libertad de votos en temas centrales o desde su posicionamiento político sobre las medidas del Gobierno.
El Ejecutivo no se muestra preocupado por la posibilidad de que Podemos vaya por libre en el Congreso, ya que consideran que disponen de una amplia mayoría en la cámara. Sin embargo, la nueva hoja de ruta de Podemos establece que los votos de sus cinco diputados no se "regalan" y deberán negociarse siempre.
Por otro lado, Podemos y Sumar pactaron que la formación de Belarra tendría el 23% de los recursos económicos que le corresponden a Sumar por las subvenciones electorales. Esta cifra podría estar en riesgo si Podemos abandona el grupo plurinacional.
El malestar de Podemos con Sumar es evidente desde hace meses, tanto en la conformación de las listas electorales como en el papel en el grupo parlamentario. Podemos ha quedado fuera de las portavocías adjuntas, lo que limita enormemente su capacidad de presentar iniciativas.
Mientras Podemos queda relegado del Ejecutivo, otras fuerzas relevantes como IU, En Comú Podem y Más Madrid sí formarán parte del mismo. La relación entre Podemos y Sumar se ha vuelto cada vez más complicada, y el último episodio de desencuentro fue cuando Yolanda Díaz ofreció un puesto en el Ejecutivo a Nacho Álvarez, pero con la condición de cesar los ataques a Sumar y concurrir juntos a las elecciones europeas.
Podemos rechazó esa propuesta y la criticó como una estrategia para tapar su exclusión. Este enfrentamiento llevó a la renuncia de Álvarez a ser ministro y a abandonar el partido. Desde Sumar fuentes de la coalición señalan que hubo intención de integrar a Podemos, pero en el sector morado rechazan ese documento y aseveran que no es serio enfocar una negociación in extremis cuando la falta de diálogo por parte de Sumar ha sido absoluta.
Ahora, la cúpula de Podemos se siente con autonomía completa para decidir sobre futuros acuerdos electorales y marca su deseo de unidad de acción con otras fuerzas de izquierda en el arco parlamentario.
La confirmación de la ausencia de Podemos en el Ejecutivo viene en un momento complicado para el partido, que ha experimentado la salida de tres dirigentes de su Ejecutiva y ha acometido un ERE después de la mala actuación electoral en ciertas regiones.
El panorama ha cambiado drásticamente para Podemos, que en 2015 obtuvo más de cinco millones de votos y lideraba a la izquierda alternativa. Sin embargo, su presencia en el Parlamento se ha reducido y han perdido poder en el plano municipal. Aunque lograron entrar en el Gobierno en 2020, su situación sigue siendo delicada.