Los prestamistas se enfrentan al riesgo de perder miles de millones de euros que han sido inyectados hasta el momento en el fabricante de baterías para vehículos sueco Northvolt.
MADRID, 27 Sep.
Este viernes, los acreedores de Northvolt se reúnen en una reunión de emergencia para discutir si continuar o no extendiendo el apoyo financiero a la compañía, que recientemente anunció el despido de 1.600 trabajadores.
La decisión que tomen los prestamistas es crucial, ya que la deuda de la compañía ha alcanzado los 13.400 millones de euros en su intento por establecer una cadena de suministro independiente para vehículos eléctricos en Europa. Si se cancela esta vía de liquidez, los bancos corren el riesgo de perder la inversión realizada hasta el momento.
En este momento, el objetivo principal de Northvolt es conseguir un préstamo verde de aproximadamente 4.500 millones de euros, destinado a reducir deudas y fortalecer sus operaciones para asegurar la supervivencia de la empresa.
Recientemente, la compañía ha anunciado recortes significativos en su plantilla y la suspensión de planes de expansión, centrándose en acelerar la producción de baterías en una de sus plantas en Skelleftea, al norte de Suecia.
A pesar de los recortes de empleo en varias localidades, Northvolt también reducirá el tamaño de sus funciones de soporte corporativo, que actualmente se encuentran mayormente en Estocolmo.
La financiación de Northvolt hasta la fecha estaba respaldada por pedidos valorados en más de 49.300 millones de euros de compañías como Volkswagen y BMW. Sin embargo, los problemas de producción y la baja demanda de vehículos eléctricos han llevado a la cancelación de pedidos, privando a la empresa de esos ingresos.
En este momento, la compañía espera que sus accionistas de referencia, como Volkswagen, Goldman Sachs AM y BMW, estén dispuestos a continuar invirtiendo en sus operaciones para garantizar su éxito en el mercado.
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