El 19 de mayo, en un llamado contundente desde el Reino Unido, Francia y Canadá, los tres gobiernos han exigido urgentemente que Israel frene su ofensiva militar en la Franja de Gaza, que consideran desproporcionada, y que permita el ingreso de ayuda humanitaria en cantidades adecuadas. Además, han advertido sobre posibles "medidas concretas" si no se cumple con estas peticiones.

En un comunicado conjunto, los ministros de Exteriores de estos países han manifestado su firme postura al afirmar que "instamos al Gobierno de Israel a cesar de inmediato sus operaciones militares en Gaza" y subrayaron que "el sufrimiento humano en la región ha alcanzado niveles intolerables". También reiteraron su postura de apoyo a Israel en su derecho a defenderse del terrorismo, aunque enfatizaron que las actuales acciones militares son desmesuradas.

Ante la situación, han dejado claro que si Israel persiste en su ofensiva y no relaja las restricciones sobre la ayuda humanitaria, se verán obligados a "tomar medidas concretas adicionales" en respuesta a esta crisis. Este mensaje se intensifica tras el reciente anuncio del primer ministro israelí, Netanyahu, sobre la autorización limitada de ayuda humanitaria en Gaza, un hecho que los gobiernos aliados han calificado de "completamente insuficiente".

Los representantes de estos tres países han instado a que la ayuda sea distribuida de acuerdo con los principios establecidos por la ONU, argumentando que la negativa de Israel a facilitar asistencia vital representa una flagrante violación del Derecho Internacional Humanitario.

En su declaración, han criticado el "discurso reprochable" de algunos miembros del Gobierno israelí, que, según ellos, están propiciando un contexto que podría llevar a la reubicación forzada de civiles, lo que también constituye una grave violación de los derechos humanos.

Además, han expresado su empatía hacia el pueblo israelí tras los ataques de grupos militantes palestinos el 7 de octubre, al tiempo que han solicitado al movimiento Hamás la inmediata liberación de los rehenes que mantienen en condiciones inhumanas.

El comunicado también deja clara la posición de Londres, Ottawa y París en contra de cualquier expansión de asentamientos israelíes en Cisjordania. "Israel debe poner fin a estas prácticas ilegales que amenazan la viabilidad de un futuro Estado palestino y afectan la seguridad tanto de israelíes como de palestinos," afirmaron, señalando que no dudarán en tomar medidas adicionales, incluidas sanciones específicas.

Finalmente, los tres países han respaldado los esfuerzos de mediación realizados por Estados Unidos, Qatar y Egipto, enfatizando que el establecimiento de un alto el fuego, la liberación de todos los rehenes y una solución política duradera son esenciales para aliviar el sufrimiento de los civiles en Gaza y abordar las raíces del conflicto. "Solo a través de una solución de dos Estados se puede alcanzar la paz y la seguridad duraderas que tanto israelíes como palestinos merecen," concluyeron en su enfoque colaborativo hacia el futuro de Gaza, reafirmando su compromiso de trabajar hacia el reconocimiento de un Estado palestino como parte de esta solución.