En un emocionante desarrollo para el mundo del automovilismo, la compañía española Repsol ha dado un paso adelante en la sostenibilidad mediante su combustible renovable, que está transformando el 'motorsport' en un verdadero laboratorio de innovación. Este enfoque ha permitido a la empresa adquirir valiosos conocimientos sobre esta "solución complementaria", que antes de su implementación fue recibida con escepticismo, pero que actualmente está celebrando éxitos en competiciones de alta exigencia como el Rally Dakar.
La combinación de sostenibilidad y eficiencia se ha posicionado como una prioridad clave para Repsol, además del objetivo innegable de ganar. El equipo liderado por Dolores Cárdenas, asesora en diseño de producto de la compañía, ha trabajado incansablemente para demostrar que este nuevo combustible puede ser tan efectivo como sus equivalentes tradicionales. “El interés ha crecido mucho en los últimos años. Cuando comenzamos a introducir este concepto en las competiciones en 2018, la gente nos miraba con escepticismo”, relató Cárdenas en una reciente entrevista con Europa Press, refiriéndose al asombro inicial ante la idea de utilizar residuos para crear combustibles.
Desde 2020, el Rally Dakar, que se lleva a cabo en Arabia Saudí, ha sido uno de los terrenos donde Repsol ha podido aplicar y demostrar la efectividad de su combustible renovable. Este año, la primera etapa del Dakar trajo consigo la celebración de la segunda victoria obtenida con dicho combustible, gracias al piloto estadounidense Seth Quintero del equipo Toyota Gazoo Racing, quien sigue los pasos de su compañero Lucas Moraes, que ya había conseguido una victoria en la pasada edición.
El equipo Toyota Gazoo Racing ha comenzado a utilizar una gasolina que contiene un 70% de componentes renovables, un primer paso que se implementó en el Dakar del año anterior. Este avance se enmarca dentro de una colaboración tecnológica entre Repsol y la marca japonesa, que busca utilizar la alta competición como un campo de pruebas para desarrollar productos más eficientes, como el combustible y lubricante renovables.
El creciente interés en combustibles renovables en el ámbito de la competición se ha materializado en numerosas solicitudes de información. Cárdenas indica que, en la actualidad, no solo se observa interés en disciplinas de competición, sino también en el mercado en general, señalando que incluso pilotos como Isidre Esteve y Joao Ferreira están utilizando estos combustibles en sus respectivos vehículos.
Repsol resalta que su combustible renovable es una pieza fundamental en el rompecabezas de la descarbonización de la movilidad. “Hemos desarrollado este combustible a partir de nuestros aprendizajes en competición. Se asemejan químicamente a los combustibles tradicionales, haciendo que sean totalmente compatibles con los vehículos actuales", explica Cárdenas.
La compañía ha desarrollado su combustible renovable a partir de dos procesos diferentes: biocombustibles y combustibles sintéticos. Los biocombustibles se originan en materia orgánica, como residuos alimentarios y restos de poda, mientras que los sintéticos son el resultado de un proceso que captura el CO2 de la atmósfera y lo combina con hidrógeno renovable para crear nuevos combustibles. “El uso de estos combustibles genera CO2, pero ese es el mismo que se recuperó al principio, cerrando así el ciclo", esclareció Cárdenas.
Probar la eficacia de estos combustibles en un entorno competitivo proporciona a los científicos la oportunidad de observar resultados de forma ágil. “La competición nos permite acelerar el desarrollo de soluciones al permitirnos poner a prueba nuestras innovaciones en condiciones extremas,” dijo, añadiendo que aunque el combustible de competición se formula específicamente para maximizar su rendimiento en motores, todo este conocimiento se traduce en productos comercializables.
Cárdenas argumenta que la competición actúa como una potente herramienta para facilitar la investigación y el desarrollo. Aunque puede haber ciertos desafíos iniciales para convencer a los pilotos sobre la viabilidad de combustibles provenientes de materiales reciclados, ella enfatiza que, en el caso de Esteve, la transición resultó ser muy sencilla. “Siempre hay cierta reticencia a lo nuevo, pero nada supera a la experiencia directa y los resultados positivos que se pueden obtener con estos combustibles”, celebró.
La preocupación principal de los pilotos y equipos es que el rendimiento de estos combustibles mantenga los estándares exigidos sin presentar problemas en los motores. Afortunadamente, Repsol ha logrado demostrar que su combustible es totalmente compatible, sin necesidad de modificaciones. “La competición permite a Repsol acceder a la vanguardia de la tecnología y hacer pruebas cruciales que benefician todos nuestros productos," añadió Cárdenas.
El desarrollo de biocombustibles puede coexistir con otras alternativas energéticas como la electrificación o el hidrógeno, según la opinión de esta doctora ingeniera industrial. “Cada solución tiene su espacio en el reto de la descarbonización,” afirmó Cárdenas, quien también subraya que, aunque actualmente la regulación no favorezca a los combustibles renovables, se espera que la revisión del marco legislativo en 2026 pueda abrir nuevas oportunidades.
Con la vista en el futuro, Repsol sigue firmemente comprometida con su expansión en el ámbito de combustibles renovables, como lo demuestran sus más de 600 estaciones de servicio en España y Portugal que ya ofrecen 100% combustible renovable. El objetivo es alcanzar 1,500 puntos de venta para finales de 2025, junto a la puesta en marcha de una planta de producción en Cartagena en 2024, y otros proyectos que están en marcha para los próximos años. La carrera hacia una movilidad más sostenible está en marcha, y Repsol es un actor clave en este proceso transformador.
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