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Rolls-Royce destinará 365 millones de libras a su fábrica de Goodwood para la fabricación de automóviles personalizados.

Rolls-Royce destinará 365 millones de libras a su fábrica de Goodwood para la fabricación de automóviles personalizados.

Rolls-Royce, el emblemático fabricante de automóviles británico, ha anunciado un audaz movimiento que promete llevar la personalización de sus vehículos a un nuevo nivel espectacular. Con una inversión millonaria de 300 millones de libras (alrededor de 365 millones de euros), la marca se prepara para expandir y modernizar su planta en Goodwood, en el Reino Unido, enfocándose en la producción de automóviles diseñados a medida para una clientela exigente.

En un giro hacia el lujo extremo, Rolls-Royce reveló que sus futuros modelos podrían incorporar obras de arte deslumbrantes en su interior, como esculturas elaboradas en oro o delicadas piezas de nácar. Esta iniciativa no solo resalta la dedicación de la marca a la exclusividad, sino que también abre un abanico de posibilidades para que los clientes expresen su individualidad a través de sus vehículos.

La decisión de ampliar la planta de Goodwood responde a un aumento significativo en la demanda de sus servicios personalizados, conocidos como Bespoke, así como del programa Coachbuild. Esta última opción, que solo está disponible por invitación, permite a los clientes de alto perfil participar en la creación de un automóvil totalmente original, fusionando arte y mecánica de una manera que pocos fabricantes pueden ofrecer.

Este impulso representa la mayor inversión realizada por Rolls-Royce desde la inauguración de la planta en 2003, cuando la instalación comenzó con solo 300 empleados y una producción de un automóvil diario. En la actualidad, Goodwood ha crecido hasta contar con 2.500 trabajadores, alcanzando una producción diaria de 28 vehículos, lo que evidencia el compromiso de la marca con la calidad y la atención al detalle.

A nivel mundial, Rolls-Royce entregó 5.712 vehículos en el último año, un descenso del 5% en comparación con 2023, aunque la cifra se alinea con las expectativas de la empresa. Esta sutil caída en las entregas no desmerece el enfoque que Rolls-Royce está tomando hacia la personalización y la exclusividad, aspectos fundamentales en su propuesta de valor en un mercado cada vez más competitivo.