MADRID, 14 Nov. - El exjefe de gabinete de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), José María Timón, ha negado hoy en la Audiencia Nacional haber presenciado supuestas presiones hacia la futbolista Jenni Hermoso tras un polémico beso del presidente Luis Rubiales, según fuentes jurídicas informadas por Europa Press.
En su testimonio ante el juez Francisco de Jorge, Timón ha descartado cualquier tipo de coacción hacia la jugadora de la Selección, desmintiendo así las acusaciones en su contra. El magistrado también ha interrogado hoy al responsable de cumplimiento normativo de la selección, Javier Puyol, quien ha asegurado que la jefa de prensa del equipo femenino, Patricia Pérez, fue presionada en una reunión de integridad celebrada en la RFEF después del Mundial.
Según Pérez en su declaración, en dicha reunión estuvieron presentes, entre otros, Rubiales y el seleccionador masculino Luis de la Fuente. El psicólogo de la selección femenina, Javier López Vallejo, también ha testificado hoy, pero según fuentes consultadas no ha proporcionado datos relevantes sobre las supuestas presiones. Fuentes fiscales consideran que la declaración de Puyol muestra que algunos de los participantes en la reunión mintieron en sus testimonios anteriores, y creen que Timón ha faltado a la verdad y se ha contradicho con otros testigos.
Después de estas declaraciones, el jueves el juez escuchará los testimonios de la futbolista Laia Codina y del presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino, Rafael del Amo. También ese día se tomará testimonio a un testigo que presenció una conversación entre el exentrenador femenino Jorge Vilda y el hermano de la jugadora, Rafael Hermoso, en el vuelo de regreso a España desde Australia tras el Mundial.
El 30 de este mes se celebrará un enfrentamiento entre una amiga de la jugadora, Ana Belén Ecube, y el director de marketing de la RFEF, Rubén Rivera, quien comparecerá como investigado por posibles coacciones a la jugadora.
En su comparecencia ante el juez, Rubiales defendió que el beso fue una muestra de afecto que sucedió de forma natural y con el consentimiento de la jugadora. Sin embargo, Hermoso declaró ante la Fiscalía que el beso no fue consentido y que no se sintió respetada como persona y deportista. Según ella, se vio sometida a una situación que no buscó ni provocó.