MADRID, 20 Nov. - La paratriatleta española Susana Rodríguez quiere llegar a los Juegos de París el próximo verano en su "mejor momento" para revalidar el oro conquistado en Tokyo 2020, cita después la cual acabó con "agotamiento" y "muy fastidiada a nivel mental", por un "bucle de autoexigencia brutal porque cuando consigues todo, cuesta más seguir valorando lo que tienes" y "a veces es tan difícil de manejar un éxito como una frustración".
"Siempre he tenido personas en mi equipo de las cuales he aprendido mucho. Y aún así, el año pasado, después de un bucle de autoexigencia brutal entre los Juegos de Río y de Tokio, acabé con agotamiento y estuve a nivel mental muy fastidiada y nadie te prepara para eso. A veces es tan difícil de manejar un éxito como una frustración", reveló la vigente campeona olímpica de paratriatlón en una entrevista a Europa Press, tras ser presentada como embajadora del proyecto 'Recapacitemos para capacitar' de Oral-B.
La laureada paratriatleta -además del oro en Tokio, suma cinco oros en Mundiales y otros cuatro en Europeos- reflexionó sobre el peso de la victoria y cómo "a veces" puede ser contraproducente a nivel mental. "Cuando consigues todo, parece que todo está perfecto, y realmente, a veces, cuesta más seguir valorando lo que tienes y disfrutando de las carreras", manifestó la gallega, que confesó que es "muy exigente" consigo mismo después de más de una década compitiendo.
"Cuando gané los Juegos de Tokio, unos minutos después, el presidente de la Federación Española de Triatlón me dijo 'Que sepas que has hecho lo más fácil, lo más difícil es ahora mantenerse ahí'. Y lo primero que pensé fue 'Jolín, ya está, me viene a aguar la fiesta'", dijo riendo. Sin embargo, cree que esa autoexigencia, también la que puede haber en el exterior, puede generar que la sensación de que "todo lo que no sea repetir el resultado, que es inmejorable, no sea suficiente".
Por eso, Rodríguez, aquejada de discapacidad visual y que tiene como guía a Sara Loehr, defiende que "hay que relativizar las cosas", como hizo el año pasado y tras la plata en el Mundial de 2023 en Pontevedra. "Ha sido una buena lección en este sentido y espero poder disfrutar mucho del año de París", auguró.
Y es que esa es la siguiente gran meta de la gallega, de 35 años, que ya trabaja "pensando en ese día llegar lo mejor que pueda" para gozar de las "mejores opciones". "Allí puede pasar de todo, pero yo quiero llegar a París en mi mejor momento. Es un reto difícil, porque al final vamos cumpliendo años, pero el cuerpo aún tiene margen y hay que darle caña", afirma con seguridad.
"Ahora mismo estoy compatibilizando los entrenamientos con el trabajo en el Hospital de Vigo -en 2009 se diplomó en fisioterapia y en 2015 se licenció en Medicina-. Espero, a partir de principios de año, poder centrarme exclusivamente en los entrenamientos. Toda la preparación está enfocada en el día 2 de septiembre del 2024, por el medio habrá más competiciones, ya tengo el calendario bastante definido, pero todo está hecho para que el pico de forma llegue allí", explicó.
Todo parece estar estructurado para revalidar el oro olímpico, un objetivo que ve "muy complicado" porque no se considera "la favorita para ganar en París". Aunque esto no rebaja sus ganas y ambición para lograrlo. "Quiero llegar allí en condiciones de poder pelear por todo. El objetivo es estar lo más arriba posible, todas vamos allí con el sueño de ganar", advierte.
"Después puede pasar de todo, yo ya he ganado unos Juegos, he ganado cinco Mundiales, tengo 35 años, hay chicas mucho más jóvenes que están en pleno momento de progresión y lo que tengo que hacer es diseñar mi plan para poder afrontar todo esto con las máximas garantías", agregó la campeona paralímpica, antes de subrayar que su "experiencia en este tipo de competiciones" puede ser "útil" en París. "Los Juegos son una prueba muy distinta a todas las demás, el bagaje que vas acumulando suma", celebró.
Sin embargo, uno de sus últimos recuerdos competitivos es doloroso. Rodríguez no pudo revalidar en Pontevedra su título mundial, después de que la italiana Francesca Tarantello la superara en la recta final, tras una penalización a la española que esta protestó. "Después de lo de Pontevedra lo pasé mal en el momento, pero para mí ahora mismo es un motivo más para volver con más fuerza", sostiene.
"Llegué en el mejor estado de forma que nunca justo antes del Campeonato del Mundo, pena que allí no pudiese ver reflejado lo bien que estaba. Estaba haciendo entrenamientos que ni siquiera antes de Tokio había logrado hacer, estaba muy animada. Tuvimos un percance y las cosas no salieron todo lo bien que me habrían gustado", reconoce sobre un momento "muy amargo", aunque está "contenta" por tener ya asegurada la plaza olímpica.
La gallega disfrutó en Pontevedra, "una ciudad vecina" donde empezó a hacer deporte y que "tiene un significado muy especial". "Y la respuesta de la gente fue impresionante, el cariño de la gente fue brutal. Lo otro es algo que no se va a poder cambiar, los momentos no vuelven y te queda ahí esa sensación de no saber qué habría pasado si no se hubiera dado esa circunstancia, pero hay que seguir mirando hacia el futuro", zanjó sobre el asunto.
Finalmente, Susana Rodríguez celebró el crecimiento del triatlón y paratriatlón en España. "Es inédito que un país dos años consecutivos vaya a celebrar la Gran Final (de las Series Mundiales), por lo que hay que agradecer a todo el que se ha implicado, la FETRI, los comités organizadores, los ayuntamientos, la Junta de Galicia, la Junta de Andalucía", dijo sobre Pontevedra, sede en 2023 y Málaga, que lo será en 2024.
"Málaga hizo un Test Event hace unas semanas, le queda un año para mejorar mucho, porque la intención estaba, pero la prueba de paratriatlón tuvo muchos cambios de última hora con los circuitos. El paratriatlón tiene deportistas con unas circunstancias muy específicas y los circuitos hay que pensarlos con cabeza, pero estoy segura de que Málaga el año que viene va a hacer un Mundial espectacular", concluyó.