El pasado 4 de noviembre en Madrid, los Patronatos del Teatro Real y del Gran Teatre del Liceu hicieron énfasis en la necesidad de implementar reformas legislativas que faciliten los procesos de contratación pública. Según las instituciones, es esencial prevenir la paralización en la contratación artística, un fenómeno que se ha denominado como “gestión del talento líquido”.

La reunión, que convocó a representantes clave del ámbito cultural, incluyó la presencia del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y otros líderes destacados como Gregorio Marañón, presidente del Teatro Real, y Valentí Oviedo, director general del Liceu. Sin embargo, el presidente del Liceu, Salvador Alemany, no pudo asistir debido a una indisposición repentina.

Ambas instituciones concordaron en que es fundamental actualizar los actuales límites de los contratos menores. Un proceso que, en su versión actual, resulta tan complicado que a menudo obstaculiza la contratación artística y, por ende, perjudica la labor de las instituciones involucradas.

El encuentro sirvió para evaluar el panorama cultural y operístico actual con el objetivo de cimentar alianzas colaborativas que apoyen tanto la innovación artística como el desarrollo estructural a largo plazo. Esta cooperación es clave para abordar los desafíos y fortalecer iniciativas que tengan proyección futura.

Entre los puntos críticos discutidos, se subrayó la importancia de asegurar un relevo generacional de profesionales en oficios escénicos. Ambas entidades sugirieron que sería beneficioso trasladar la planificación de producciones a una plataforma centralizada para mejorar la gestión de recursos, además de abogar por la plena validez legal de la firma digital en todas las relaciones contractuales.

Asimismo, se solicitó una adaptación al Esquema Nacional de Seguridad (ENS) como parte de una política de gobernanza integral. También se planteó la necesidad de transformar la gestión de la audiencia, enfocándose en personalizar la experiencia del público y optimizar los ingresos a través de datos predictivos en lugar de depender únicamente de ventas transaccionales.

El ministro de Cultura destacó la relevancia de la colaboración interinstitucional, señalando que los esfuerzos conjuntos son cruciales para generar propuestas innovadoras y efectivas. Recordó que en las últimas cuatro décadas, España ha vivido “una auténtica revolución musical”, subrayando que la ópera ha sido uno de los sectores donde la democratización cultural ha tenido un impacto más evidente.

El presidente del Teatro Real, Gregorio Marañón, enfatizó la importancia del vínculo con el Liceu, que se basa en una “profunda admiración mutua” y en un compromiso firme por seguir fortaleciendo esta colaboración. Por su parte, Valentí Oviedo destacó el “profundo significado” de la reunión, destinada a conocerse mejor y a consolidar el trabajo conjunto.

Durante el encuentro, se repasaron logros recientes y se definieron líneas futuras de desarrollo. En el caso del Teatro Real, su director general, Ignacio García-Belenguer, mencionó importantes avances en sostenibilidad y proyección internacional, destacando las próximas giras en China, Estados Unidos, Corea y Japón, así como el desarrollo del Real Teatro de Retiro y la expansión de la plataforma My Opera con nuevas aplicaciones.

En cuanto al Gran Teatre del Liceu, se resaltaron iniciativas como los proyectos pedagógicos y sociales (LiceuAprèn y LiceuApropa), la creación de microóperas y el fortalecimiento de la plataforma digital liceuoperaPlus.com. Como objetivo a largo plazo, se planea desarrollar una nueva sede, Liceu Mar, que se diseñará como un espacio innovador para la formación y el crecimiento de la danza, marcando así un nuevo rumbo en la evolución del Liceu.