En un reciente cruce de mensajes filtrados, el ex presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, expresó su frustración hacia el entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, por la negativa a adquirir test de antígenos durante el apogeo de la pandemia de COVID-19. Este desahogo tuvo lugar el 2 de diciembre de 2020, cuando Torres comunicó a su exasesor Koldo García que estaba al borde del colapso por la falta de cooperación en la obtención de recursos cruciales para combatir la crisis sanitaria.

Torres, sintiendo que sus esfuerzos eran ignorados, confió en García que su única opción para avanzar sería acudir a otros líderes políticos, mencionando directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. "Si no se resuelve por el capricho de un compañero, estoy listo para irme", le transmitió, evidenciando una creciente desesperación ante los obstáculos burocráticos que enfrentaba.

Los mensajes fueron revisados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, como parte de una investigación en curso sobre la compra de material sanitario para Canarias, en el marco del llamado 'caso Koldo'. Estos comunicados reflejan no solo la urgencia de la situación, sino también el impacto que las decisiones políticas tenían en la gestión de la crisis sanitaria en las islas.

Con cautela, Torres criticó abiertamente la postura de Illa, sugiriendo que una conversación con su compañero de partido, José Luis Ábalos, era inminente. Expresó su frustración de manera contundente: "No hay forma de avanzar con Illa. Ni siquieraquiera un mes de prueba!", dijo, dejando claro que no podía permitir que la inacción del Gobierno central perjudicara a la población canaria.

Mientras la situación se tornaba cada vez más angustiante, el entonces presidente canario sintió que sus esfuerzos eran vanos y que el Gobierno central estaba en su contra. "Estoy a punto de tirar la toalla", compartió con García, quien intentó consolarlo y le sugirió que continuara insistiendo con Illa, enfatizando que se trataba de una "prueba" necesaria para el bienestar de su comunidad.

A pesar de la adversidad, Torres se aferró a su convicción y a su identidad socialista, aunque admitió la tensión que estaba experimentando. "Me eligieron para defender Canarias, pero estoy al límite", reconoció, dejando entrever la carga emocional que representaba para él la lucha política en favor de los ciudadanos canarios.

El diálogo con García también reveló su frustración hacia otros presidentes autonómicos que habían tomado posturas críticas ante el Gobierno de Sánchez. "Si la expectativa es que yo actúe como ellos, lo voy a considerar, pero es por compañeros como Illa", comentó, mostrando su desencanto mientras reafirmaba su lealtad a Sánchez y Ábalos a pesar de las dificultades.

Finalmente, Torres agradeció el apoyo de García, quien se mostró optimista sobre la posibilidad de conseguir los recursos necesarios. "Lo lograré, ya verás", le respondió García, tratando de infundir esperanza en medio de una situación marcada por la incertidumbre y la presión política.