En un contexto de preocupación internacional por la seguridad aérea, el Gobierno de Turquía ha tomado la iniciativa de formar una comisión de expertos dedicada a investigar las razones detrás del trágico accidente del avión de Azerbaijan Airlines (AZAL), ocurrido el 25 de diciembre en Kazajistán. Esta decisión fue comunicada por el ministro turco de Transporte e Infraestructura, Abdulkadir Uraloglu, quien enfatizó la importancia de esclarecer los hechos que rodean este incidente.

Uraloglu detalló que, a solicitud de la Agencia Estatal de Aviación Civil de Azerbaiyán, se ha constituido un comité de investigación compuesto por ocho especialistas. Su labor consistirá en realizar un examen exhaustivo de las causas del accidente, así como en llevar a cabo análisis tanto técnicos como operativos para proporcionar el apoyo necesario en esta difícil etapa. Esta información fue divulgada a través de una publicación en la plataforma social X.

En un avance significativo hacia la resolución de este incidente, el ministro anunció que la delegación de expertos ya se encontraba en camino hacia Bakú la misma noche del anuncio. Uraloglu subrayó que las actividades de investigación comenzarán al día siguiente, en estrecha colaboración con las autoridades azerbaiyanas. El objetivo es explorar todos los aspectos relevantes del accidente en función de las respectivas áreas de especialización de los investigadores.

Además, el funcionario turco expresó la solidaridad de su país hacia Azerbaiyán, deseando que quienes perdieron la vida en este trágico suceso encuentren paz y ofreciendo deseos de pronta recuperación a aquellos que resultaron heridos. La declaración resalta el sentido de apoyo mutuo en momentos de crisis entre naciones vecinas.

El accidente ocurrió el día de Navidad, cuando un avión Embraer 190, que realizaba la ruta entre Bakú y Grozni, se estrelló a tan solo tres kilómetros del aeropuerto de Aktau, en Kazajistán. Este fatídico suceso dejó un saldo desgarrador de 38 fallecidos y 29 heridos, muchos de ellos con lesiones graves.

Las circunstancias que llevaron al desvío del vuelo son igualmente inquietantes. Debido a una densa niebla en Grozni, el vuelo fue redirigido a Majachkalá, en la región del Daguestán ruso, y posteriormente a Aktau, donde finalmente ocurrió el accidente. Durante el trayecto, la tripulación activó la señal de emergencia por razones aún no esclarecidas. Existen especulaciones en torno a que una bandada de pájaros pudo haber causado daños en uno de los motores o que una explosión en un tanque de oxígeno en la cabina llevó a los pilotos a perder el control del avión.