En un giro significativo de los acontecimientos, los vocales progresistas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) han expresado su descontento respecto a la gestión de la presidenta Isabel Perelló, quien, según ellos, ha socavado intencionadamente el consenso que había caracterizado el primer año de su mandato. Esto ha surgido a raíz de la reciente renovación de las comisiones, un movimiento que consideran perjudicial para la representatividad y colegialidad dentro del organismo que dirige a los jueces.

Este martes, el CGPJ publicó un comunicado que detalla su perspectiva sobre las renovaciones en las comisiones, incluyendo la crucial Comisión Permanente. Los vocales progresistas, sin embargo, cuestionan la legitimidad de esta afirmación, alegando que no se llevó a cabo un consenso previo y que dichas renovaciones han, de hecho, alterado el equilibrio previamente establecido entre los miembros del CGPJ.

Los vocales que se identifican con la corriente progresista han manifestado que el equilibrio interno ha sido comprometido al realizar cambios en la composición de varias comisiones, no limitándose únicamente a la Comisión Permanente. Consideran que las decisiones de inclusión y exclusión en estas instancias han transgredido los principios de pluralidad y representación.

Un punto de discordia adicional radica en la inclusión del vocal Carlos Hugo Preciado, quien es visto por el bloque conservador como una representación progresista. Sin embargo, sus compañeros de la corriente progresista argumentan que su independencia y su ruptura con la disciplina de voto invalidan dicha representación.

Con el respaldo de Perelló, el bloque conservador ha conseguido la renovación de las comisiones del CGPJ, consolidando así su predominancia en la Comisión Permanente. Esto ha suscitado una fuerte reacción entre los vocales progresistas, quienes, junto al magistrado José María Fernández Seijo, han denunciado que la presidenta ha fallado a los principios de confianza y colaboración que prometió al inicio de su gestión.

En un claro tono de desilusión, los vocales progresistas han enfatizado que esta reestructuración interna no solo representa un quiebre del consenso, sino que también golpea la esencia de la pluralidad y la colegialidad institucional. Su comunicado cierra con un llamado al restablecimiento de un Consejo que sea verdaderamente representativo, equilibrado y comprometido con la independencia judicial, así como con un servicio de justicia adecuado y transparente para la ciudadanía.